La lluvia y el viento se cargan una parte del pesebre de Colau
Las láminas de PVC que debían representar el buey y la mula han sido sustituidas por leds
30 noviembre, 2021 17:20Noticias relacionadas
La lluvia y el viento de los últimos días ha roto una parte del pesebre municipal de 2021. Se trata de unas tiras brillantes de PVC que debían representar el buey y la mula sobre las fachadas del Ayuntamiento y la Generalitat. Tras el temporal de la pasada semana, con fuertes ráfagas de viento, el consistorio ha decido cambiarlas por otras de led.
El Ayuntamiento de Barcelona alega que la sustitución ha tenido lugar por razones climatológicas y técnicas, para evitar que los problemas se repitan otra vez, han apuntado desde el Instituto de Cultura de Barcelona. Este domingo, el viento arremetió con fuerza contra las láminas, en las que era totalmente imposible ver las figuras del buey y la mula.
PAISAJE NAVIDEÑO DESDE VÍA LAIETANA A LA RAMBLA
Este año, el pesebre municipal, al que acompaña la polémica un año tras otro por su interpretación artística o elevado coste, es un paisaje navideño que se puede ver desde vía Laietana hasta la Rambla a través de las calles de Jaume I y Ferran.
Así, el belén con el niño Jesús, San José y la Virgen María está dentro de un portal de la calle de Ferran, y los Reyes Magos están duplicados sobre el Hotel Suizo y el Liceu. El pesebre es totalmente inconexo y la distancia entre las figuras pueden ser de 15 a 20 metros. Algunas de ellas cuesta verlas.
CASI 190.000 EUROS
En plena crisis económica y social por la pandemia, el gobierno de Ada Colau se gasta 189.904,53 euros, IVA incluido. Éste es el presupuesto más alto de los últimos años. La adjudicación del contrato del pesebre aparece en la página de contratación pública [ver aquí]. Desde el ICUB no han precisado si la sustitución de las piezas de PVC por las de led tendrá un coste añadido.
Como avanzó Metrópoli a principios de noviembre, el Ayuntamiento ha recuperado este 2021 el pesebre de Sant Jaume, o el proyecto artístico que lo sustituye, después de que el año pasado no se montara para evitar las aglomeraciones de gente en torno al belén durante la pandemia del coronavirus.