En el número 26 del paseo de Sant Joan, un cartel de forja anuncia: Biblioteca Arús. Este edificio, encargo especial adjudicado al arquitecto Bonaventura Bassegoda acoge una biblioteca repleta de elementos simbólicos y alusiones misteriosas y masónicas, además de un tesoro: La libertad iluminando el mundo, una reproducción de la famosa estatua de la Libertad, obra Frédéric Auguste Bertholdi, que posa orgullosamente en lo alto de las escaleras de la entrada, tras la segunda puerta que da acceso al edificio.
Podríamos pensar que es una más de tantas reproducciones que hay por el mundo de la famosa Estatua de la Libertad. Pero no, esta no es una cualquiera, sino una de las tres únicas reproducciones que se hicieron a finales del siglo XIX. La primera y más grande (46 metros de altura) es la de Nueva York (1886), patrimonio de la humanidad y situada en Liberty Island; la segunda es la de París (1889), mucho más pequeña (11,5 metros) y ubicada en LÎle des Cygnes, y la tercera y más pequeña de todas, es esta que veis en la foto, que recibe al visitante como una perfecta anfitriona en la Biblioteca Arús (1894). No mide más de dos metros de altura y está firmada por el escultor Ll. Razzuoli. En la mano derecha porta una antorcha y en la izquierda un libro en el que puede leerse: “Alma libertas”.
UN TIEMPO ARRINCONADA
Curioso, pues esta biblioteca, la primera de carácter político en Barcelona, ha estado en activo casi sin interrupción desde su creación, excepto una veintena de años después de la Guerra Civil. Milagrosamente, la preciada estatua y los 24.000 volúmenes (actualmente ya son más de 70.000) se salvaron del expolio franquista. Un hecho curioso teniendo en cuenta que su contenido está formado, básicamente, por una amplia colección de obras sobre masonería, anarquismo y diversos movimientos sociales contemporáneos.
En 1939, las puertas de la biblioteca se cerraron y la estatua quedó arrinconada en la portería del edificio, vigilando como una guardiana de las libertades, que nadie se llevara el fondo editorial del primer piso.
HONOR A LA LIBERTAD
Esta reproducción del icono por el que suspiraron tantos inmigrantes al otro lado del Atlántico no podía haber encontrado mejor sitio donde instalarse en Barcelona. Y es que la biblioteca Arús es un santuario laico en honor de la libertad. Antes que biblioteca fue la casa particular de Arús, filántropo, autor de teatro e impulsor de la masonería en Cataluña. Explica el bibliotecario David Domènech en un ensayo publicado: “Si el vestíbulo nos habla de un santuario consagrado a la libertad, la sala de lectura se encarga de explicarnos cómo llegar hasta ella”. Dejémonos iluminar por la antorcha de la libertad… Que falta nos hace.
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