Barcelona esconde una nave espacial: Experiencia de película en un lugar único en el mundo
Se trata del primer museo basado en la saga 'Alien' y fue construido por un fan de las películas
2 enero, 2022 00:00Noticias relacionadas
Visitar una nave espacial en Barcelona es posible. Está en el barrio de La Sagrera de la capital catalana y fue creada por Luis Nostromo. Este apellido es familiar para los fans más incondicionales de la saga de ciencia ficción y terror que revolucionó el mundo del cine en 1979: Alien. Y no es casualidad. Luis es, probablemente, el seguidor más fiel de la película de Ridley Scott.
Y es que Luis –cuyo apellido real es Escribano–, tiene una nave casi idéntica a la que aparece en la película. Hace cuatro años decidió recrear el USCSS Nostromo, la nave de la película y a día de hoy se ha convertido en un espacio reconocido mundialmente entre los seguidores de Alien. Incluso visitantes de Estados Unidos o Canadá se han acercado a picar a la puerta de lo que aparente ser un simple garaje para visitar lo que se conoce como Museo Alien.
ESCENIFICACIÓN
Entrar en la nave impresiona. De pronto, te sumerges en un pasillo rodeado de aliens terroríficos casi sin darte cuenta. Y es que Luis Nostromo se ha encargado de que no falte detalle. A través de su teléfono móvil controla todas las luces y efectos especiales y sorprende a sus visitantes con iluminaciones sorpresa y algún que otro susto. Entrar al USCSS Nostromo de la Sagrera es como estar dentro de la película y hasta hay elementos reales de la grabación.
La nave tiene 65 metros cuadrados de superficie. En el espacio hay una veintena de extraterrestres clavados a los del film. Las explicaciones de Luis permiten a los visitantes hacer un recorrido por toda la saga, ya que en el local hay cuatro escenas dedicadas a las diferentes entregas.
DISTINTAS PARTES
La entrada de la nave hace referencia a la primera película, al origen de todo. Pero eso no es todo. En el mismo recinto se recrea a Hadley's Hope, la colonia protagonista de Aliens: El regreso, que se estrenó en 1986. Allí, los visitantes se encuentran con un pasillo lleno de armas XXL y chalecos militares. De hecho, está el chaleco original que utilizó uno de los marines protagonistas –cuyo precio Escribano prefiere no recodar–.
Más adelante los fanáticos se encuentran de frente a una reina alien de tamaño real que impresiona. La figura da la bienvenida al tercer espacio, al cuál se accede a través de un plástico ensangrentado –El Matadero– invita a adentrarse en Alien 3(1992) y al resto de filmes de la saga. Allí, Luis tiene todo tipo de piezas de coleccionista y fotografías de escenas de la película.
CÓMO RESERVAR
A pesar de la popularidad de la nave de Luis, su Nostromo particular no es un museo. No obstante, el gran furor que generó ha hecho que sea conocido como tal. Pese a ser un lugar privado, es posible visitarlo concertando una cita con el propio creador.
Para hacerlo, es necesario contactar con Luis vía Instagram –donde ya acumula más de 30.000 seguidores– o a través de su página web. La visita cuesta 20 euros y es un recorrido en el que el dueño cuenta hasta el más mínimo detalle de la saga y los asistentes pueden disfrutar de una experiencia totalmente inmersiva.
LOS INICIOS
Escribano explica que su amor por los xenomorfos le acompaña prácticamente desde que nació. Él era un niño cuando se lanzó la primera película pero muy pronto se convirtió en un devoto de los extraterrestres y empezó su viaje.
En un principio, coleccionaba todo tipo de figuras y objetos relacionados con el film, pero el espacio se le quedó pequeño y decidió dar un paso por todo lo alto.
CONSTRUCCIÓN Y ACOGIDA
Escribano lleva más de cuatro años trabajando en su espacio. De hecho, abrió sus puertas en 2020 una vez terminó el confinamiento total.
El creador ha creado su museo particular por sí mismo. Su exitosa nave es fruto del esfuerzo y la entrega por la película durante años. Según cuenta a este medio, también recibió mucho apoyo de amigos y fans de Alien, que le echaron una mano en el proceso.
UN SUEÑO
Luis ha construido lo que era su sueño desde que empezó a ver las películas. Pero no se conforma. El fanático, que incluso lleva tatuajes en referencia a la saga, tiene la intención de conseguir un local más grande para recrear más escenas de las películas.
"Requiere mucho esfuerzo pero la recompensa merece la pena", explica Escribano. Quiere encontrar un espacio en el barrio, ya que es donde ha vivido siempre y donde inició su proyecto. Además, espera que con la contracción de la pandemia puedan venir más visitantes internacionales y seguir creciendo como lo ha hecho en tan solo un año.