La introducción total del metaverso en nuestro día a día es inminente. Los expertos calculan que a finales de 2022 la extensión del mundo real en un contexto puramente digital estará presente en nuestras vidas de una forma más accesible. Por eso mismo, las grandes compañías se apresuran por crear su propio metaverso para estar a la última y no quedar desfasadas.
El conocimiento sobre este nuevo mundo todavía es complejo. Por eso David González, un empresario barcelonés de 41 años experto en telecomunicaciones, ocio y entretenimiento, decidió crear la primera asesoría del metaverso de Barcelona: MetaOfix. A pocas horas de su presentación, ya son muchas las empresas que se han interesado por sus servicios.
LAS GRANDES MARCAS SE FIJAN EN EL METAVERSO
"Hoteles de lujo, joyerías de alta gama o firmas de coches de alto standing, son algunas de las grandes empresas que nos han contactado para recibir formaciones", explica el CEO de la asesoría a Metrópoli. "Lanzamos la convocatoria y decidimos hacer grupos de 20 personas. A las tres horas ya estaba todo lleno. Tuvimos que hacer una lista de espera", relata orgulloso el director ejecutivo del proyecto.
Para quienes todavía no sepan en qué consiste el metaverso, se trata de un nueva dimensión de internet, o una extensión del mundo real en un contexto completamente digital –formada por dos pilares: realidad aumentada y realidad virtual– y creada a raíz de diversas circunstancias como las criptomonedas o el 5G, entre otras.
TERCERA DIMENSIÓN
"Hasta la fecha el internet de hoy en día era estático, pero ahora se ha generado una tercera dimensión que nos permite hacer de lo imaginario algo real", explica David González. A través de la realidad virtual, con dispositivos como mandos, gafas, etc, se podrá entrar en el metaverso; mientras que con la realidad aumentada, cualquier elemento digital se podrá añadir a la realidad. "A día de hoy ya se puede ver una película en el cine con tan solo ponerse unas gafas de realidad virtual", argumenta el CEO de MetaOfix, que insiste en que "aunque los metaversos estén en versión de prueba, va a haber un boom en pocos meses".
La inminente adaptación de este nuevo concepto a la vida real ha hecho que se forme una carrera por parte de las grandes compañías. El globo terráqueo se ha dividido por parcelas de diferentes metaversos, creándose una inmobiliaria metavérsica. El interés por conseguir una parcela para crear contenido ha desencadenado una gran especulación, vendiéndose terrenos por más de 2 millones de euros.
ASESORAMIENTO SOBRE EL METAVERSO
La vorágine de nuevos conceptos y el rápido crecimiento de todos ellos hizo que David González creyese en la necesidad de una empresa que asesorase a otras para que estas no cayesen en el desconocimiento o los fraudes. "Vimos que había mucha gente que sabía algunas cosas, pero no existía una figura que supiese sobre todos los metaversos. Por eso decidimos crear una asesoría 360 grados", explica el dueño de MetaOfix.
Los clientes acuden con total desconocimiento para ver cómo pueden introducirse en la nueva realidad. "Les hacemos una introducción al metaverso y después analizamos todas las posibilidades que tienen en él, según sus características, asesorándoles desde la parte financiera hasta la tecnológica", argumenta David González.
La asesoría está formada por un equipo de expertos en diferentes sectores que dan servicio a todo tipo de empresas, marcas o emprendedores. Marina San Martín, especialista en recursos humanos y titular de una empresa de organización de eventos y relaciones públicas; Rafael Reyes, empresario de locales de ocio nocturno de Barcelona y emprendedor; y Oskr Frankness, publicista y creativo, son parte del equipo.
PROPUESTAS FUTURISTAS
La asesoría, con sede en la avenida Mistral de Barcelona, enseña cómo posicionar, invertir, cómo ganar dinero o cómo aprender a usar los equipos de realidad virtual o aumentada a sus clientes. También propone ideas que hasta ahora podrían parecer sacadas de una película de ciencia ficción, como las reuniones con avatares o las compras virtuales de forma ultrarrealista –con acceso al probador incluido– desde una misma habitación. Propuestas surrealistas que, dentro de muy poco, formarán parte de nuestra vida. O eso aseguran.