La fuente de Can Gaig: una ausencia de 20 años

Llevaba 20 años desaparecida. Una leyenda urbana que circulaba de boca en boca hablaba de la destrucción de la fuente de Can Gaig. Y de repente, en abril del 2021, reapareció en la calle de Garcilaso, entre Gran de la Sagrera y Berenguer de Palou, muy cerca de su ubicación original (Gran de la Sagrera con Garcilaso).

LUGAR DE ENCUENTRO

La font de Can Gaig, data de 1865 y fue diseñada en piedra por el arquitecto barcelonés Antoni Rovira i Trias, que años más tarde se encargó de urbanizar el Eixample. La fuente, cercana al Rec Comtal, fue durante mucho tiempo punto de encuentro del barrio. Sí, y también testigo de más de una disputa familiar, pues era el lugar donde los mozos de Sant Martí (actual distrito de Sant Andreu) iban a cortejar a las chicas de la Sagrera que iban a buscar agua.

Debe su nombre a Josep Gaig i March, propietario del terreno y de la casa que estaba tocando originalmente a la fuente. El agua provenía inicialmente de una mina privada, pero más adelante se conectó a la red de aguas de Montcada, y funcionó hasta después de la guerra civil.

Detalle de la fuente de Can Gaig / INMA SANTOS

GUARDADA DURANTE 20 AÑOS

El Ayuntamiento de Barcelona retiró la emblemática fuente en 2001, a pesar de las diferentes protestas vecinales que reclamaban respeto por uno de los últimos signos de identidad del barrio. Pero no hubo nada que hacer, estaba afectada por las obras de urbanización del Pla de Sant Andreu – La Sagrera. El consistorio alegó que estaba en desuso y se comprometió a buscarle una nueva ubicación.

Pues bien, promesa cumplida. Corría de boca en boca una leyenda urbana que hablaba de destrucción, pero la verdad es que, durante 20 años, la fuente de Can Gaig, dividida en tres partes, estuvo a buen recaudo, guardada sobre palés en un almacén municipal en Canyelles, hasta que hace casi un año volvió a su hogar.

REHABILITACIÓN

Pero antes, pasó por un proceso de rehabilitación en el que se respetaron los materiales originales. Las integraciones se hicieron con mortero elaborado con cal, tierra y polvo de piedras de colores para que las zonas nuevas se parecieran a la piedra de Montjuïc con la que está hecha la fuente.

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