Con el paso del tiempo, la evolución ha conducido al ser humano a cuestionarse dónde deben fijarse los límites del progreso y, en base a ello, a establecer normas que determinen su carácter ético y natural. Esto se extrapola al mundo del arte, sirviendo de premisa para historias expuestas a nivel literario, teatral o cinematográfico. En lo que respecta al sector recientemente mencionado, abundan las tramas que abordan dicha temática. Los films Blade Runner (Ridley Scott, 1982) o El Hombre Bicentenario (Chris Columbus, 1999) y series como Real Humans (Lars Lundström, 2012-2014) se enmarcan en el mismo ámbito que la obra a la que aquí nos referimos, que lleva por título La màquina de parlar.
FICCIÓN FUTURISTA
La acción se enmarca en un hipotético futuro, donde los avances tecnológicos han hecho posible la existencia de seres tan sorprendentes como Valeria, una máquina con aspecto de mujer que tiene la finalidad de hablar con su propietario; o un hombre que desempeña el rol de perro, destinado a dar placer a quien lo adquiera. En ese contexto Bruno, el protagonista, es el elemento central que permite al público conocer el modelo de comportamiento de nuestra especie, en el complejo entramado en el que se halla sumido. ¿Será capaz de silenciar sus anhelos con la ayuda de estos peculiares compañeros?
En un inicio las máquinas se crearon con el fin de facilitar la vida de la gente. No obstante, las constantes mejoras aplicadas a ellas generan un conflicto difícil de resolver. La humanización de esos seres inanimados causa problemas de rango emocional en el momento en que se cree que poseen unos factores que, en última instancia, no son reales. La concepción del robot o androide, según se precie, cambia, exigiéndole tareas que pueden resultar confusas y, en ocasiones, darle más poder. Si el sujeto desarrolla sentimientos hacia la máquina surge una peligrosa encrucijada.
ENTRADAS Y HORARIOS
El espectáculo, de 90 minutos de duración, se lleva a cabo en catalán, con Victoria Szpunberg en el cargo de autora y directora. Marc Rosich, Sandra Monclús y Jordi Andújar se ponen en la piel de los personajes, mientras que Roger Muntés, Íngrid Marín y Àngels Simó actúan como voces en off fundamentales para el transcurso del relato. La producción regresa a la Sala Beckett quince años después de su estreno, a lo largo de los cuales pasó también por las tablas de El Maldà en 2017, brindando una nueva oportunidad a los asistentes de descubrirla o bien de rememorarla.
La màquina de parlar puede verse en la Sala de baix de la Beckett hasta el próximo día 8 de mayo. Las funciones tienen lugar de miércoles a sábado a las 20.30 horas y los domingos a las 18.30 horas. Se programan dentro del ciclo Máquina Persona, Inteligencia Artificial y creación, impulsado por la propia sala y la Universitat Oberta de Catalunya, que engloba una serie de actividades que giran en torno al vínculo entre personas y máquinas. Las entradas están disponibles a través de la plataforma oficial de venta de la Sala Beckett.