Indignación entre los asistentes del Primavera Sound en su primera noche de estreno. Este jueves, 2 de junio, se inauguró el festival tras dos años de pandemia con una programación que dobla las bandas que actuaban en las ediciones anteriores.
Las aglomeraciones se apoderaron del Parc del Fòrum hasta el punto que muchos usuarios aseguran que la situación era "muy peligrosa". Según han explicado varios testigos a Metrópoli, el aforo de este año "sobrepasa los límites" y "las entradas y salidas de concierto dan miedo".
"DESASTRE ABSOLUTO"
Carla, una joven que ha asistido varios años al festival, asegura que este año la organización es "mucho peor" que en ocasiones anteriores. También comparten esta opinión varios usuarios de Twitter, algunos de los cuales explican que incluso abandonaron el festival por "la situación insostenible".
Los asistentes también explican que ni siquiera había "agua accesible para los clientes". "Hay dos fuentes de agua para 50.000 personas", lamentan.
COLAS EN LAS BARRAS
Además, los visitantes también denuncian que había horas de espera para pedir bebida en las barras. Por un lado, señalan la falta de trabajadores: "Había un camarero por diez metros de barra", cuenta Isabel. En el siguiente vídeo, difundido a través de las redes sociales, se observan las aglomeraciones alrededor de una de las zonas de servicio de bebidas:
Por otra parte, denuncian que el sistema de pago del Primavera Sound –AccessTicket– falló y provocó todavía más "descontrol" en los servicios del festival. Varios empleados del festival cuentan a este digital que "faltaba mucho personal" y que "la organización no se ha planificado acorde con el volumen de trabajo".
"EL PEOR FESTIVAL"
Miles de usuarios han iniciado una protesta masiva en las redes sociales contra el festival. Varios visitantes internacionales apuntan a que es "el peor festival" en el que han estado y lamentan "no querer volver". Entre las quejas más comunes se contempla la falta de agua, las largas colas para los lavabos y su mal estado y las aglomeraciones en las barras y en las entradas y salidas de conciertos.
"No hay palabras para describir mi decepción y frustración", apunta Juan Carlos. Además de la mala organización, otros clientes también se quejan de la ubicación de los escenarios y aseguran que "el sonido era nefasto".
"Nunca me había pasado que tuviera que hacer cola para irme de un festival antes de que acabara", resume Marc, otro asistente que afirma que no volverá a asistir "nunca más al Primavera Sound".