En el número 84 de la ronda de Sant Antoni entrará pronto en funcionamiento el hotel Antiga Casa Buenavista, un cuatro estrellas con 44 habitaciones, propiedad de la familia andorrana Molleví. Y también su restaurante, el Casa de Comidas Buenavista. El edificio de planta baja y cuatro alturas, protegido y catalogado, se empezó a rehabilitar con mimo en 2015, manteniendo la fachada y todos sus elementos de interés arquitectónico. Ahora, por fin, luce en todo su esplendor por dentro… Y también por fuera, donde ha recuperado la decoración imitando sillares en la planta baja, los balcones de forja y los esgrafiados de medallones con motivos florales en la fachada, entre balcón y balcón.
TUMBAS Y UN CONVENTO
El edificio se alza sobre una zona de interesante valor histórico y arqueológico. Su rehabilitación integral sacó a la luz en octubre de 2018 un total de 24 tumbas que, según la documentación publicada, formaban parte del cementerio del antiguo priorato de Santa Maria de Natzaret. Los esqueletos, datados entre el siglo XIV y XV, se encontraron entre la tierra, sin ataúdes ni otro tipo de cubierta: los individuos masculinos y femeninos, orientados de oeste a este, y los niños, de norte a sur, de forma excepcional, pese a ser entierros cristianos.
Durante los mismos trabajos, también se descubrieron estructuras constructivas del convento de Valdonzella (1674-1909). Este se instaló después de la guerra dels Segadors (1640-1652) sobre el espacio que ocupaba el antiguo priorato, fundado en 1311 y dependiente de Santa Maria de Poblet.
RESTOS ARQUEOLÓGICOS
Durante el siglo XIX, el convento de Valdonzella fue abandonado y reocupado varias veces hasta su cierre, en 1909. De estos dos conventos solo se preserva el portal de entrada al recinto, en la actual calle de la Verge.
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