La calle de Enric Granados suma un exclusivo nuevo local de restauración. Jacqueline, que tiene la voluntad de ofrecer un nuevo concepto que fusiona la gastronomía y la coctelería con el mundo del arte y de la música, se suma al listado de propuestas que ofrece la céntrica calle barcelonesa.
El establecimiento está en manos de Toni Cano –hijo de Antonio Cano, director del grupo de restauración y ocio nocturno Sutton– y de Rockwell, un prestigioso grupo internacional con sede en New York de arquitectura y diseño. A pesar de que el objetivo era inaugurar el establecimiento por todo lo alto este verano, por el momento tan solo han habilitado una de sus tres plantas con un soft opening –está "abierto con acceso limitado"– en el que ofrecen platos fríos y cócteles a los comensales a la espera de "trámites con el Ayuntamiento" para proceder a la inauguración total.
Según ha podido saber Metrópoli, el grupo espera que la "gran inauguración" sea en octubre, cuando se prevé que los tres pisos del local –ubicado en el número 66 de la vía– puedan estar abiertos al público.
Decoración del Champagne Bar de Jacqueline / CEDIDA
CUATRO PROPUESTAS
El nuevo Jacqueline tendrá en sus tres pisos dos restaurantes con distintas propuestas, un champagne bar con alta coctelería y un Dinner Club. El restaurante principal –el único espacio abierto hasta la fecha– tendrá 150 comensales con una carta pensada para compartir y "generar conversación" entre las mesas. Por otro lado, habrá una barra japonesa con concepto omakase (el cliente no puede elegir, todo queda en manos del chef) para solo ocho personas.
Además, habrá un Dinner Club que ofrecerá cenas con actuaciones en directo que se animarán hasta las 3:00 horas y un Champagne Bar donde se servirá coctelería de la mano del finalista de la World Class by Diageo, Sergio Pardo.
Una de las barras de Jacqueline / RRSS
'SOFT OPENING'
Desde hace poco más de dos semanas es posible acudir al restaurante con reserva previa por el acceso limitado. Además, actualmente tan solo sirven cenas, ya que el establecimiento está cerrado para el turno de comidas. Su horario actual es de 19.30 horas a 02.30 horas de miércoles a domingo.
La propuesta actual se limita a platos fríos y a cócteles, aunque también es posible pedir un menú degustación por 54 euros.
Algunos de los platos de la carta de Jacqueline / RRSS
PLATOS
La carta de Jacqueline se divide en entrantes, postres, menú degustación y signature cocktails. Entre las opciones más demandadas hasta la fecha destacan su tartar de salmón con toque oriental (21 euros), su tataki de solomillo trufado (22 euros), o su tartar de gamba roja y stracciatella de burrata con almendra laminada y esencia de gamba (28 euros). También cuentan con ostras, hummus o gazpacho de cereza con bizcocho de tomate, entre otros platos.
Entre los postres, otro de sus grandes reclamos, destaca su 100% cacao, que ofrece una combinación de texturas y chocolates con helado de mascarpone o su tarta de queso al horno. Las opciones más dulces de su carta rondan los 10 euros.
CÓCTELES
Los cócteles se dividen en Signature Cocktails y Mocktails –sin alcohol–. La propuesta por excelencia es el Jacqueline, elaborado con Vodka Grey Goose infusionado con lima Kaffir, vino Sauvignon Blanc y zumo de manzana gasificado.
Tienen todo tipo de creaciones que van desde el sabor más dulce y afrutado –como el cóctel Eva– hasta lo picante y exótico –como su cóctel Dora–.
Algunos de los cócteles que se sirven en Jacqueline / RRSS
POLÉMICA EN ENRIC GRANADOS
La polivalente oferta de Jacqueline se limita al interior –no cuenta con terraza– y ocupa lo que anteriormente era un edificio polivalente que albergó un centro de masajes.
La apuesta por el interior beneficia a la propiedad en un momento complicado para la calle de Enric Granados. El pasado agosto, el Ayuntamiento informó que los restaurantes deben retirar sus mesas exteriores a las 23:00 horas de domingo a jueves –hasta entonces era a las 00:00 horas– y los viernes y sábados a las 00:00 horas –hasta entonces era a las 1:00 horas–.