La situación comienza a ser insostenible para Isona Passola, como presidenta del Ateneu Barcelonès. Sus últimas decisiones son cada vez más contestadas en el seno de la junta de la entidad y de los socios más destacados. El último paso es el del escritor Jordi Coca, miembro de la junta, que deja la entidad, con una acusación grave: “Esto no es una finca personal”, en alusión directa a Passola.

El escritor, una referencia en el mundo cultural, ha señalado que se da de baja. “Después de casi 40 años como socio del Ateneu Barcelonès, hoy –este jueves—me he dado de baja. Las mentiras y las manipulaciones de la presidenta de la entidad son intolerables. Esto no es una finca personal”.

Entre esas decisiones, que pueden ser anecdóticas, está la de llevar el billar de Joan Ollé, el director teatral recientemente fallecido, de su casa particular al Ateneu, dada la amistad de Passola con la famila Ollé. Pero el problema radica en la propia gestión de Passola, que ha despedido al director de la Biblioteca del Ateneu, Àlex Cosials, y se ha enfrentado con la Escuela de escritura, que ha sido en los últimos años un gran filón para el Ateneu, con enormes ingresos, más que la suma de las subvenciones que recibe la entidad por parte de las administraciones públicas.

PRIMERO, DESPEDIR AL GERENTE

Coca no es el único miembro de la Junta que decide marcharse. Lo es que su malestar le haya provocado, incluso, darse de baja del Ateneu. Pero junto a él han dimitido del equipo directivo de Passola una amiga de juventud, Teresa Mañà Terré, y el periodista e investigador cultural Joan Safont.

Desde su acceso al cargo –sin elecciones—en marzo de 2021, han dimitido otros responsables. El primero, fue Genís Roca, como vicepresidente. El segundo, casi de forma paralela, fue Daniel Ortiz, que era el gerente de la entidad. En este caso se trató de un despido, después de que Ortiz hubiera ganado la plaza por concurso público. En varias ocasiones, Passola le había comunicado a Ortiz que ya sabía que no se iban a entender. Pero, antes de llegar a juicio, Passola y el Ateneu decidieron llegar a un acuerdo, porque Ortiz tenía todas las garantías para ganarlo por despido improcedente. Lo mismo que puede ocurrir ahora con Àlex Cosials.

En las últimas semanas, Passola ha restado importancia a todos esos problemas y ha señalado que la entidad pasa por un mal momento, porque, durante la pandemia no hubo apenas ingresos por la falta de eventos públicos. Y no ha parado de reclamar más socios para poder hacer frente al día a día de la entidad.

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