Isona Passola tiene un problema serio en el Ateneu Barcelonès. Teresa Mañà Terré, bibliotecaria, miembro de la Junta del Ateneu Barcelonès, y amiga personal de Isona Passola, desde la juventud, dejó su cargo el pasado miércoles. La amistad no ha impedido que marque distancias profesionales con Passola, tras la destitución por parte de la presidenta del director de la Biblioteca de la entidad, Àlex Cosials. Ha sido la gota que ha colmado el vaso. El colectivo profesional de bibliotecarios, --a través de una dura carta-- la facultad de Biblioteconomía, y distintos cargos del consejo asesor de la entidad reclaman explicaciones urgentes.

Passola, amparada por Esquerra Republicana, por Ernest Maragall, que contó con ella para que formara parte de una plataforma de apoyo en las elecciones de 2019, está contra las cuerdas, porque también algunos cargos en la administración de la Generalitat han firmado una carta en la que piden al consejo asesor, del Ateneu, que se movilice. En ese consejo se encuentran directores de biblioteca de Cataluña, bibliotecas de Barcelona y bibliotecas universitarias.

FORMA DE GOBERNAR

En esa carta piden explicaciones diferentes cargos, entre ellos la jefa del servicio de bibliotecas, Sílvia Sanahuja Ensesa. Forma parte del equipo de Josep Vives, el discreto director general de Patrimonio Cultural y Bibliotecas, que forma parte del núcleo duro de ERC. Aunque Passola goza de la confianza de los republicanos –está en su órbita—sus actuaciones en el Ateneu han comenzado a inquietar en el departamento de Cultura, que dirige la consellera Natàlia Garriga, a pesar de su buena conexión con Passola, que se ha erigido en los últimos años como un símbolo cultural del independentismo desde su anterior cargo, como presidenta de la Acadèmia de Cine Catalán.

Passola, hija de Ermengol Passola, un auténtico mito en el catalanismo cultural –fue propietario de Mobles Maldà y fundador de las discográficas Edigsa y Concèntric—ha visto como han dimitido en pocos días dos miembros de su junta, Joan Safont y Teresa Mañà, que se añaden a la dimisión a los pocos meses de acceder al cargo del vicepresidente Genís Roca. Poco después de acceder al cargo, en marzo de 2021, despidió al gerente, Daniel Ortiz, que había ganado la plaza por concurso frente a otros 24 aspirantes. Y tuvo que llegar a un acuerdo –una indemnización—para no ir a juicio. Dejaron el cargo también otros dos gerentes, y dos responsables de comunicación.

La forma de gobernar la entidad, que ha sufrido por la pandemia del Covid con bajas de socios y poca actividad –ingresa recursos por los actos que se organizan en el Ateneu—ha generado un enorme malestar.   

En la carta de los miembros del consejo asesor de la Biblioteca del Ateneu, los firmantes –con fecha 20 de septiembre—se alerta del momento: “Al margen de los motivos que han provocado esta situación, la decisión –de despedir al director de la Biblioteca Àlex Cosials—ha sido tomada en contra de la voluntad de la bibliotecaria de la Junta Directiva –Teresa Mañà--, quien, por estatutos de la entidad, es responsable del funcionamiento de la Biblioteca, y no se comunicó previamente a la Comisión de la Biblioteca ni a los miembros del consejo asesor. También hemos conocido de manera informal el recorte en la dotación presupuestaria dedicada al proyecto y también de la falta de preponderancia del servicio de Biblioteca durante este año, en relación con otros ámbitos de actividad del Ateneu”.

Fuentes conocedoras de la actividad de la entidad señalan a Metrópoli que a la presidenta “la actividad de la Biblioteca le da bastante igual”, teniendo en cuenta que es el centro del Ateneu, o “debería ser el centro”, con uno de los legados culturales más importantes en Catalunya.

Las mismas fuentes señalan que a Passola se le avisó de que “estaba utilizando mal las subvenciones públicas de la Generalitat que había recibido, destinadas a cuestiones concretas y no a la libre designación”. Esa mala utilización podría comportar efectos legales en contra de Passola. La presidenta de la entidad no le dio más trascendencia a esas advertencias. “Se siente protegida, por ERC y por su propio nombre, con el que se blinda de todo”, añaden las mismas fuentes. "Es la 'niña' de los ojos de Ernest Maragall", añaden.

PATRIMONIO DE LA BIBLIOTECA

A la carta del consejo asesor, que firman anteriores responsables de la Junta, como el escritor Jordi Coca, y gerentes y directores de bibliotecas en activo, se añade otra del colectivo profesional de bibliotecarios a la que también ha tenido acceso Metrópoli.  “Hemos tenido conocimiento del despido repentino del director de la Biblioteca, Àlex Cosials y de la dimisión inmediata de la bibliotecaria de junta, Teresa Mañà, los dos profesionales de gran prestigio y con una larga trayectoria profesional que los avala. Estos hechos nos inquietan en sí mismos y también por el impacto que pueden tener en el futuro de la Biblioteca del Ateneu”.

La presidenta del Ateneu Barcelonès, la productora de cine Isona Passola / EP

“Esperamos –remachan los firmantes—que esta carta contribuya a haceros reflexionar sobre la función y servicios de la biblioteca del Ateneu, para que no pierda su papel en la recuperación del patrimonio bibliográfico y documental”.

PROBLEMAS PARA MARAGALL

La firman Carme Mayol, Adela d’Alòs, Eugènia Serra, Eulàlia Espinàs, Daniel Gil, Marga Losantos y Francesc Xavier González, entre otros, ligados al COBDC, el Colegio Oficial de Bibliotecarios y Documentalistas de Catalunya.

El denominador común de todos ellos es que Passola ha tomado decisiones “autoritarias”, “ideológicas”, “sin consultar a nadie”, que “nada tienen que ver con la praxis profesional de Cosials”. Las fuentes consultadas insisten en que “es mentira que Cosials no sea capaz de trabajar en equipo, como ha alegado la presidenta. Es todo lo contrario, como avala su trayectoria profesional anterior”.

Por ahora, Passola rechaza convocar una asamblea extraordinaria, como le han pedido distintos miembros del Ateneu, como Bernat Dedéu, que compitió en las elecciones de 2017, con una lista propia, frente a la continuista, --finalmente ganó--, del historiador Jordi Casassas.

Passola accedió a la presidencia del Ateneu en marzo de 2021, en plena pandemia, sin elecciones entre varias candidaturas. Y ha considerado, durante todo este tiempo, que los seguidores de Casassas forman parte de la “caspa” convergente, del pasado. Ella, apoyada por ERC, vive ahora una situación delicada que implicará que el alcaldable de ERC, Ernest Maragall, se intere por la cuestión, con todo el sector bibliotecario de Barcelona en pie de guerra.

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