Barcelona es una mezcla de culturas, actividades y emociones. Precisamente, una de estas sensaciones no está relacionada con el descubrimiento o la aventura, sino con el miedo. En las siguientes líneas se plantea un recorrido muy distinto a los habituales. Son muchos los lugares terroríficos que la capital catalana oculta entre sus rincones.
TERROR Y LEYENDAS EN BARCELONA
Una de las historias más macabras lo es, paradójicamente, por sus coincidencias con la realidad. El número 29 de la calle del Ponent fue la vivienda Enriqueta Martí, conocida como la Vampira del Raval. Esta criminal española asesinó a varias niñas, una de las cuales (según la tradición popular) se puede ver asomada a la ventana. Este es otro de los lugares terroríficos de Barcelona.
El Hospital del Tórax alberga una de las historias de terror más sorprendentes. En este enclave se cuenta que nadie superaba el año de estancia, y que muchos se acababan tirando por las ventanas. Muchas personas aseguran seguir escuchando pasos, voces y gritos que ponen los pelos de punta. ¿Quien no ha visitado el metro de Barcelona? La vía 2 de la estación Plaza Catalunya esconde un secreto. Todavía hoy existen personas que afirman haber visto dos figuras tenebrosas. La realidad es que allí fallecieron muchas personas que se enganchaban en la parte trasera de los vagones.
6 LUGARES TERRORÍFICOS
Barcelona esconde ciertas leyendas que han perdurado durante los siglos. En la actualidad, muchas de ellas han quedado encerradas en lugares terroríficos de Barcelona que pueden visitar los turistas.
1. Casino l'Arrabassada
Los casinos son lugares que reflejan las subidas y bajadas de la vida. Eso debió pensar el fundador de l'Arrabassada cuando creó una habitación del suicidio. Por las noches, muchos se acercan a sus alrededores a comprobar si hay espíritus errantes.
2. Casa del Demoni
La Casa del Demoni, ubicada en Gràcia, provoca temores incluso antes de entrar. Los visitantes contemplan rápidamente dos estatuas del demonio, como si les estuvieran observando. ¿La razón? Su dueño vendió su alma al diablo a cambio de riqueza.
3. Estación de Rocafort
La estación de Rocafort no encierra una historia mítica, sino una serie de desafortunados sucesos. Cuando se fundó, se convirtió en escenario de frecuentes suicidios. Durante décadas, ningún vigilante quería pasar la noche allí.
4. Cementerio de Montjuïc
Este fue uno de los primeros cementerios en los que se enterraron a fallecidos que no habían sido católicos. La ausencia de decoración, el inexistente revestimiento de los nichos y un cierto grado de abandono crean una atmósfera lúgubre.
5. Plaça Sant Felip Neri
De nuevo, una historia real que puede generar escalofríos a cualquiera. En plena Guerra Civil, la iglesia recibió el impacto de una bomba que mató a 42 personas. Hoy en día, es un lugar bello de Barcelona y al mismo tiempo un tanto macabro por sus restos de metralla.
6. Búnqueres del Carmel
Este es uno de los miradores más conocidos de Barcelona, desde donde se puede contemplar gran parte de la ciudad. Sin embargo, su enrevesada galería de pasillos y túneles es un espacio reservado para los más atrevidos.