En el vértice en el que se unen la calle de Tantarantana y Carders, muy cerca del antiguo convento de San Agustí, resuena el eco de una canción popular: “Baixant de la Font del Gat / una noia, una noia, / baixant de la Font del Gat / una noia i un soldat. // Pregunteu-li com se diu: / Marieta, Marieta, / pregunteu-li com se diu: / Marieta de l'ull viu”. En la fachada una discreta placa rinde homenaje a la protagonista, la Marieta de l’ull viu.
Seguro que más de uno se estará preguntando que tiene que ver este rincón de Ciutat Vella con la fuente a la que se refiere la letra y que todos ubicamos en Montjuïc, en los jardines del restaurante La Font del Gat, lugar de reunión de muchas parejas de enamorados antaño. No os lo creeréis, pero Ciutat Vella también tiene un rinconcito que guarda una estrecha relación con esta historia. Sí, como lo oís, porque resulta que la bella Marieta era vecina de ese barrio y, además, trabajaba en el Hostal de la Bona Sort, ubicado en le número 12 de la calle de Carders.
Ahora, fijaos en esa esquina de la plaza de Sant Agustí en la que se unen Tantarantana y Carders, justo bajo la placa de homenaje a Marieta de l’ull viu. ¿La veis? ¡Sí, una fuente de tres caños! No tiene valor arquitectónico, pero sí histórico. Se trata de una reconstrucción simple y sin detalles de origen medieval que se alimentaba de agua del Rec Comtal y que también servía de abrevadero para los caballos que llegaban a la ciudad por el Portal Nou. La original desapareció hace décadas, cuando se abrió una oficina bancaria de la que ya no queda ni rastro. Pero, tras el cierre de la oficina, las reivindicaciones vecinales lograron recuperar la fuente.
Placa de homenaje a Marieta de l'ull viu
Pues bien, atentos, porque una segunda versión sobre el origen de la historia de Marieta de l’ull viu defiende que, en realidad, era en esta fuente donde la protagonista de la canción iba a rellenar diariamente agua y donde un soldado de la Ciutadella le tiraba los trastos. Por la referencia a la Font del Gat, parece más fiable ubicar la historia de amor de Marieta en Montjuïc, pero también es cierto que Marieta era de Ciutat Vella y trabajó en el hostal de la calle Calders.
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