Barcelona tendrá 161 nuevos cajeros automáticos que desplegará hasta finales de este año para garantizar la accesibilidad al dinero efectivo en todos los barrios de la ciudad, sobre todo a la gente mayor, ante la tendencia de cierre de cajeros y oficinas bancarias durante los últimos años. El primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha explicado en rueda de prensa este miércoles que este despliegue incluye una prueba piloto que el Ayuntamiento, a través de un convenio con el Banc Santander –el único que ha accedido al acuerdo, según él–, está llevando a cabo en cuatro mercados de la ciudad: el del Besòs, Sants, La Llibertat y Sant Antoni.
Collboni ha destacado que esta iniciativa, que se hará extensiva a más mercados si acaba teniendo buenos resultados, presenta beneficios prácticos y de seguridad tanto para clientes como para comerciantes, ya que la mayoría de compras en los mercados se realizan en efectivo. El Ayuntamiento también ha establecido un convenio con los quiosqueros, en concreto con la Associació de Professionals de Venedors de Premsa de la ciudad, y con la startup Urban service Point, para que 125 quioscos instalen un cajero automático.
SIN DINERO PÚBLICO
El también titular de Economía del consistorio ha asegurado que no se ha destinado dinero público a estas acciones y ha lamentado que algunas entidades bancarias querían cobrar al Ayuntamiento por poner cajeros y bancos. Preguntado por las empresas que instalan cajeros automáticos y que tienen convenios con las distintas entidades bancarias como son los de ATM, ha detallado que no pagarán alquiler del espacio público como incentivo y que operan con comisiones de entre 0,5 y 2,5 euros, en sus cifras.
Entre otras acciones en la ciudad, Transports Metropolitans de Barcelona garantizará 11 nuevas terminales durante el primer semestre de 2023 en las estaciones de Sant Andreu, Mercat Nou, Pompeu Fabra, Canyelles, Roquetes, Alfons X, Trinitat Nova, Ernest Lluch, Vall d'Hebron, Coll Teixonera y Cornellà Centre, que se sumarán a los 21 ya existentes.
"DESERTIZACIÓN BANCARIA"
Collboni ha reconocido que, igual que en el mundo rural, las grandes ciudades tienen un problema de "desertización bancaria" en los barrios porque las entidades consideran que no son rentables y dejan a los vecinos sin servicio y sin efectivo. En datos del consistorio, Barcelona ha perdido en cuatro años el 40% de los cajeros en vía pública con 497 menos: de los 1.214 de 2018 a los 717 de 2022, y ha destacado la "consiguiente afectación" que conlleva en la ciudadanía.
En cuanto a las medidas estatales que el Ayuntamiento ha reclamado ante esta tendencia de cierre de cajeros en el espacio público, el líder del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona ha dicho que hay que garantizar el servicio bancario telefónico para las personas mayores y también distribuir más cajeros por todo el territorio.