Mejorar la empleabilidad y la inserción laboral de personas en situación de vulnerabilidad es un objetivo compartido entre la entidad social Andròmines, la Obra Social San Juan de Dios y la parroquia Santa Ana. Con este compromiso, Aigües de Barcelona ha firmado esta semana, convenios de colaboración con cada una de ellas. El año pasado, la compañía colaboró con 42 iniciativas sociales, principalmente enfocadas a la mejora de la empleabilidad de personas en situación de vulnerabilidad, que beneficiaron a 2.500 participantes.
GARANTIZAR EL ACCESO AL AGUA
En este contexto, la colaboración entre entidades sociales, la administración y el mundo empresarial se ha intensificado y es más necesaria que nunca. Estos 42 programas quieren suponer un paso más en los mecanismos legales recogidos en la ley 24/2015 para garantizar el acceso al agua a las personas en situación de vulnerabilidad y que se desplieguen en coordinación con los Ayuntamientos de los diferentes municipios, excepto en el caso de Barcelona que no ha renovado este compromiso.
En cuanto al caso de Andròmines, la colaboración es con el proyecto Una mossegada a l’exclusió, que trabaja sobre tres ejes principales: la distribución de alimentos a familias con problemas socioeconómicos; la inserción sociolaboral de las personas participantes del programa que, para recibir los alimentos, se tienen que comprometer a hacer itinerarios de inserción personales, y facilitar espacios de interacción social y comunitaria entre personas en riesgo de exclusión social.
En el caso de la Obra Social San Juan de Dios, la compañía colabora con el proyecto social Ocupa't que trabaja por la integración laboral de colectivos con vulnerabilidad social para mejorar sus condiciones de vida, ofrecerles una igualdad de condiciones con el resto de la sociedad a partir de la formación y la inserción a la comunidad. En el caso de la parroquia Santa Ana, que colabora con el proyecto social Llar d'oportunitats per a joves sense llar. Una iniciativa que consiste en el acompañamiento psicológico, la formación, la orientación laboral y la provisión de vivienda de un grupo de 14 jóvenes que vivían en la calle.
Con el apoyo de Aigües de Barcelona, los participantes de estos programas realizarán itinerarios de inserción personales, recibirán alimentos y vivienda para mejorar la cobertura de sus necesidades básicas, y acompañamiento integral. Según un informe de Cáritas Diocesana de Barcelona, 9 de cada 10 familias de las que atienen se han visto obligadas a reducir su consumo de alimentos. El contexto marcado por la inflación está perjudicando a los colectivos más vulnerables. El 65 % de estas familias han dejado de comprar productos frescos y el 43 % es incapaz de seguir una dieta adecuada.