'El Niño' llega a Barcelona: temperaturas disparadas y riesgos sanitarios

Giro de guion con la previsión del tiempo en Barcelona. Tras unos días de lluvias y tormentas, el calor extremo volverá a azotar la capital catalana a partir de este viernes, con la llegada de una masa de aire caliente que podría traer temperaturas insoportables este fin de semana y principios de la que viene. Los termómetros podrían ascender hasta los 40 grados, convirtiendo el litoral de Catalunya en un auténtico 'horno mediterráneo'.

'EL NIÑO'

La comunidad científica ha acordado oficialmente este miércoles que se dan las condiciones naturales exactas para declarar el fenómeno de 'El Niño', un calentamiento anómalo de las aguas del Pacífico que provocará un aumento de la frecuencia e intensidad de algunos extremos meteorológicos. Este fenómeno, que ocurre típicamente cada dos a siete años, suele durar entre nueve y doce meses, puede acentuar la inseguridad alimentaria en ciertas regiones afectadas, así como aumentar la carga de enfermedades infecciosas, según alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS).

40 GRADOS

Según el Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat), la temperatura irá subiendo a finales de semana, situándose 10 grados por encima de la media climática. Con ella, las precipitaciones en la costa central también disminuirán. El calor volverá para dar paso a una humedad que agravará las temperaturas con una sensación térmica más elevada.

Un hombre bebe agua para combatir el calor en Barcelona / EUROPA PRESS

ADIÓS A LAS LLUVIAS

Así, dejaremos atrás las lluvias leves de estos últimos días. Sin ir más lejos, este lunes, Catalunya ha presenciado un episodio de precipitaciones, centrado sobre todo en la provincia de Girona. También en Barcelona y algunos puntos del área metropolitana se han vivido episodios de lluvia, pero más escasos. Para la jornada de este miércoles 5 de julio, se prevé otro episodio de ligeras lluvias con cielos nubosos.

La aparición de un futuro episodio de 'El Niño' en los próximos meses podría desencadenar en Catalunya una situación de sequía al cabo de entre 12 y 18 meses desde su llegada. Un fenómeno que acentuará mucho más la falta de agua y que pone en alerta a toda la región.