Este es el origen de uno de los “insultos” más típicos para ofender a los barceloneses

Insultar es todo un arte. Es lo primero que se aprende de otro idioma. Pero aunque pueda parecer una tarea fácil, no todo el mundo tiene la capacidad de hacerlo con estilo y elegancia. En Catalunya, las expresiones más famosas para referirse a los barceloneses (de manera cariñosa) cuando se atreven a salir de la ciudad son pixapins o camacus. No obstante, existe un insulto mucho más antigua y que pocos conocen: fanguero o can fanga.

ORIGEN DE LA EXPRESIÓN

Las expresiones fanguero o can fanga no son una invención del resto de la población de Catalunya, sino de los propios barceloneses. A mediados del siglo XIX, el famoso arquitecto Ildefons Cerdà proyectó lo que se convertiría en el Eixample. Pero como ya es habitual en una ciudad como Barcelona, las obras duraron mucho y no se terminaron hasta décadas más tarde.

CIUDAD LLENA DE BARRO

Cuando llovía, las calles de Barcelona se llenaban completamente de barro, ya que las vías todavía no estaban asfaltadas y las obras eran un auténtico caos. En aquellos tiempos existía una revista satírica muy conocida llamada L'Esquella de la Torratxa. La revista se hizo eco de las quejas de los vecinos sobre la suciedad provocada por el barro y empezó a referirse a Barcelona como Can Fanga, de aquí las expresiones fanguero o can fanga.