Como dos líneas imaginarias de la Tierra. Si se unieran la avenida Paral·lel de Barcelona hacia el este y la Meridiana hacia el sur, las dos se cruzarían en la Torre del Rellotge del Port Vell. Un lugar donde antiguamente se levantaba el faro de la capital catalana, el punto en el que se acababa la ciudad. Actualmente, el Port de Barcelona se alarga hasta la desembocadura del río Llobregat. Si la avenida Paral·lel pudiera extenderse hacia el oeste, llegaría hasta Roma y, todavía más allá, hasta Estambul.

MÁS CERCA DE ÁFRICA

Esto evidencia que la latitud de Barcelona es bastante meridional dentro del continente europeo. También demuestra otro hecho: si se alargara hacia el sud la avenida Meridiana, esta conectaría con la ciudad de Argel, que se encuentra a solo 500 kilómetros de Barcelona en línea recta. Así pues, tenemos más cerca África que Madrid. La Meridiana de Barcelona es conocida en el mundo: sirvió para determinar una medida de longitud de fama internacional, el metro, cuando los científicos calcularon la distancia que entre la capital francesa y Barcelona.

Hotel Apolo de Barcelona, situado en el número 57-59 de la Avinguda Paral·lel

Si nos centramos en los trazos horizontales, el Paral·lel que continúa hacia el oeste por la carretera de Sants, conduce hasta bien cerca de la capital de España. Por eso no es extraño que antiguamente aquella vía se denominara 'carretera de Madrid'.

BROADWAY CATALÁN

Desde hace tiempo, la calle de Sants se ha llenado de tiendas y tiene la fama de ser la calle comercial más larga de Europa. La avenida del Paral·lel, por su parte, era conocida en la primera mitad del siglo XX como el Broadway catalán, por la cantidad de espectáculos que se representaban.

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