¿Quién no ha tenido nunca unas Juanola en casa? De origen en una farmacia de Barcelona en plena ribera mediterránea y con más de 100 años de historia, es una marca emblemática que forma parte del recuerdo personal de varias generaciones. Es es gracias a su fórmula a base de ingredientes naturales, que ha permanecido inalterada hasta nuestros días: extracto de regaliz, mentol, eucalipto, fécula de maíz y otros aceites esenciales. Estas pastillas han terminado por convertirse en un producto muy popular, y sus orígenes se encuentran en este barrio de Barcelona.

HISTORIA

Fue durante 1906 cuando el farmacéutico Manuel Juanola elaboró las primeras pastillas Juanola en el barrio de Gràcia. Juanola sabía que quien probaba sus pastillas acababa convirtiéndose en un fiel consumidor y, por ello, enviaba muestras en un sobre a quien más las podía necesitar: cantantes, dependientes o locutores.

Manuel Juanola pronto consiguió que el resto de farmacias de Barcelona y de otras ciudades solicitasen vender su producto. Las pastillas Juanola se vendían prácticamente solas con el boca a boca, y quien las probaba se aficionaba para siempre. Hacia 1930 las pastillas Juanola ya se distribuían en toda España. Durante la Guerra Civil hubo un intento de cierre del laboratorio que movilizó a todo el barrio, a los trabajadores e, incluso, a los clientes. Finalmente, el pequeño laboratorio se vio obligado a cerrar unos meses. Fueron tiempos difíciles para todos, pero las pastillas Juanola no dejaron de venderse. Durante aquellos años, la cajita pequeña era de aluminio gris. Pasada la guerra, la dificultad para encontrar materiales adecuados obligó a que la caja de las pastillas Juanola llegara a ser de corcho y de papel prensado.

Hacia los años 60 la caja es de plástico transparente. A partir de los años 70 las cajitas pequeñas adoptan diversos colores, mientras que la grande es de un color verde fluorescente muy llamativo. La variedad de colores despierta la afición por coleccionar y reunir las diferentes cajitas, y son muchos los que dirigen cartas al Sr. Juanola y al laboratorio preguntando cuántos colores se pueden reunir y solicitando los que les faltan. En los años 90, la caja vuelve a ser metálica y de color rojo. 

VENTAS

En la primera época, el precio de la cajita era de 2,5 céntimos. El éxito de las pastillas fue tal, que en 1907 se vendieron cien mil unidades. Seis años más tarde, serían 236.000 cajas. Actualmente se venden unos dos millones y medio de unidades

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