Barcelona es, ha sido y seguirá siendo una ciudad pionera en muchos aspectos. La capital catalana acuña varios inventos en su haber y, durante siglos, fue la puerta de entrada de las innovaciones tecnológicas que acababan dispersándose en toda España, pues alberga el principal puerto a orillas del Mediterráneo de todo el país.
Entre las muchas innovaciones, hay una, relacionada con el sector alimentario y sanitario, que seguro que te sorprenderá, y es que no muchos saben que las míticas pastillas Juanola tienen su origen en una pequeña farmacia de Gràcia. Para quien nunca las haya comido, las Juanola son diminutas píldoras dulces y amargas, con un fuerte sabor herbal que dejan una sensación mentolada en boca. Se venden con formato romboidal y en una característica cajita roja.
HISTORIA
Las pastillas Juanola nacieron en 1906 de la mano del boticario Manuel Juanola Reixach quien las creó en un pequeño laboratorio en la trastienda de su farmacia, ubicada en el barrio de la Vila de Gràcia. Entre sus componentes, constan el regaliz, el mentol y el eucalipto. A lo largo de los años, se han utilizado como un remedio natural antitusivo.
En 1998, los creadores vendieron la marca al grupo farmacéutico Angelini Farma Lepori y, en la actualidad, todo el proceso de fabricación se hace en Sant Quirze.
Sin embargo, desde 1908 se proyectaban ya imágenes fijas en los cines barceloneses, y en 1912 fueron registradas como especialidad farmacéutica. En el inicio de la década de 1930 ya estaban a la venta en toda España y en la de 1950 se puso en marcha la primera red nacional de representantes.