El mirador de la Torre Glòries, inaugurado en mayo de 2022 en el emblemático edificio diseñado por Jean Nouvel, icono del actual skyline de Barcelona, se ha consolidado como una atracción turística de la ciudad, un nuevo destino que viene avalado por las más de 100.000 entradas vendidas desde su apertura. Desde entonces, los visitantes, que han podido acceder a un edificio que hasta su conversión en mirador era únicamente de usos privados, se han repartido casi al 50 % entre nacionales e internacionales.
Mireia Baldó, jefa de marketing del "Mirador 360", nombre que recibe este espacio que ofrece vistas de la ciudad a 125 metros de altura, ha explicado a EFE que están "muy contentos" del poder de atracción demostrado por Glòries en este período. La torre con su característica forma de bala, y situada en uno de los territorios urbanos de Barcelona en transformación, es un referente arquitectónico de la ciudad desde su inauguración en 2005, como sede de la empresa Aigües de Barcelona (que acogió hasta 2009) y cuya propiedad ha pasado desde entonces por diversas manos, con proyectos hosteleros y de otros usos que no llegaron a fructificar. Hubo iniciativas, por ejemplo, de convertirla en un hotel de lujo, pero finalmente, Merlin Properties, propietario del edificio, solicitó a Mediapro exhibitions su conversión en un recinto dedicado al turismo, con el objetivo de construir un mirador en su parte más alta.
ASÍ ES EL MIRADOR
Baldó apunta que "Mirador 360" se "está abriendo a nuevos públicos", con campañas promocionales para hacerlo más atractivo, como la rebaja del precio de la entrada durante la celebración de la Vuelta Ciclista a España en Barcelona el próximo 26 de agosto.
El visitante que accede a la Torre queda sorprendido con el hipermirador, un tour que comienza en la planta subterránea del edificio y que acoge cuatro exposiciones sobre temas relacionados con la naturaleza, el medio ambiente o la tecnología, que incorpora representaciones de medusas, ranas o plataneros (árbol típico de la ciudad) elaborados con papel y expuestos en vitrinas bajo el título de "Barceloneses". Asimismo, se han instalado una sucesión de grabaciones con sonidos de la propia urbe, y pantallas gigantes que muestran los datos sobre la calidad del aire en tiempo real.
Según señala Baldó, el conjunto muestra los "ecosistemas urbanos que conforman ciudades" como Barcelona, que "está formada de muchísimos elementos" y pone el foco además en objetos cotidianos, como el cableado, la red ferroviaria, las ondas, los servicios de mensajería o las publicaciones de redes sociales, que tienen una función esencial en nuestro día a día. "Todo está conectado y es interdependiente, generando unos flujos que condicionan nuestros movimientos", comenta la responsable de comunicación sobre el sentido de esta instalación.
VISTAS 360
La experiencia de la Torre Glòries culmina con la subida a la última planta del rascacielos, sin duda su plato fuerte, una gran sala rodeada por ventanales que permite una panorámica espectacular de Barcelona a vista casi de pájaro: el mar, la Sagrada Familia, Montjuïc, el diferente entramado urbano de la ciudad... Allí, se ubica además la escultura "Cloud Cities Barcelona", de Tomás Saraceno, una telaraña gigante transitable formada por 113 cubículos sujetos por una red de 6 kilómetros de cables tensados y unidos por 5.000 nodos que cubren toda la azotea del "Mirador 360" . La obra simboliza una "gran nube suspendida en la cúpula por la que puedes caminar y reimaginar cuál tiene que ser el futuro de las ciudades", interpreta Baldó.