Cinco negocios míticos de Barcelona que todos recuerdan pero ya no están

Barcelona ha dicho adiós a muchos negocios míticos que todos sus vecinos recuerdan, pero que ya no están. Los motivos del cierre son muchos, la inflación, la falta de relieve generacional y la crisis del coronavirus, entre otros. Metrópoli ha hecho un recuento de los cinco comercios más emblemáticos de la capital catalana que ya no están en la ciudad.

LIBRERÍA CATALONIA

Una de las librerías más antiguas de Barcelona, fundada en 1924, cerró en 2018. Se trata de la mítica librería Catalonia, que bajó la persiana por los problemas financieros a los que enfrentaba. A lo largo de los años, había experimentado dificultades para mantenerse a flote en un entorno empresarial cada vez más competitivo.

CAN SOTERAS

El restaurante Can Soteras también se vio obligado a bajar la persiana por culpa del coronavirus en 2021. Hacía 105 años que ofrecía gastronomía tradicional a los vecinos de Barcelona y a los turistas. Como muchos otros restaurantes, no se pudo recuperar de la crisis de la pandemia y no le quedó otro remedio que cerrar.

Restaurante Can Soteras cuando estaba abierto / TRIPADVISOR

GRANJA VENDRELL

La granja Vendrell  era uno de los negocios más emblemáticos del Eixample y se trataba de un comercio centenario. Tras tres generaciones cogiendo el relieve de la granja, finalmente cerraron en 2019 por falta de relieve generacional. Dos años más tarde, Anna Grau volvió a reabrir local, pero acabó bajando la persiana de nuevo al cabo de poco tiempo.

BAR PINOTXO

El Bar Pinotxo era un restaurante con años de historia en el mercado de la Boqueria, que en los últimos meses ha cerrado por culpa de un problema familiar entre el propietario del local y sus sobrinos, que se han convertido en los actuales gestores del bar. Lo han reabierto con otro nombre y otra esencia completamente distinta a lo que fue el bar Pinotxo en sus inicios. 

Bar Pinotxo con Joan Bayén al frente del negocio / LA BOQUERIA

BASE

La tienda de deportes Base dijo el último adiós a la ciudad el 29 de julio. La tienda abrió en los años 80 y se había convertido uno de los comercios más emblemáticos del centro de Barcelona. Se desconocen los motivos del cierre, pero ha causado gran impacto entre los vecinos de de la Rambla, que ven cómo cada vez desaparecen más negocios míticos.