El fenómeno de El Niño: ¿Qué es y cómo afectará a Barcelona este invierno?

La Oscilación Austral de El Niño (o ENSO) es uno de los fenómenos climáticos más importantes que se producen en la Tierra y que tiene su origen en el Océano Pacífico ecuatorial. Este fenómeno alterna dos fases, la fase cálida y la fase fría, produciéndose el cambio entre las dos cada 3 años, aproximadamente.

El fenómeno de El Niño recibe este nombre porque originalmente fue observado por pescadores en las costas de Perú y Ecuador. Notaron que cada cierto tiempo, en torno a la segunda mitad de diciembre, las aguas del océano Pacífico se calentaban de manera inusual, afectando a la pesca y al clima local. En particular, este fenómeno se observaba con más frecuencia cerca de la época navideña, por lo que le dieron el nombre de 'El Niño', en referencia al nacimiento del niño Jesús.

Actualmente, estamos entrando en la fase cálida de El Niño, dejando atrás a La Niña, su fase fría, que estuvo activa durante los últimos tres inviernos.

Períodos positivos, negativos y de transición de “El Niño” y “La Niña” / NOAA

¿CÓMO SE PRESENTA EL NIÑO ESTE INVIERNO? 

Un estudio publicado recientemente por The Innovation Geoscience sostiene que El Niño que estamos viviendo (y que se prevé que se intensifique en los próximos meses), combinado con temperaturas de récord a nivel global y con una creciente cantidad de gases de efecto invernadero, podrían desembocar en un colapso de las circulaciones atmosféricas y oceánicas.

Cada vez más modelos están definiendo el fenómeno de este año como "el Superniño". Las previsiones hablan por sí solas: hay un 71% de probabilidad de que El Niño sea de gran intensidad y más de un 95% de que dure hasta marzo del año que viene. Además, este “El Niño 2023-2024” provocaría que el año que viene fuera, con un 56% de probabilidad, el más caluroso de la Tierra desde que se tienen registros.

 Previsión del ENSO, según el modelo de predicción SMYLE / NCAR

MÁS VARIABLES APARTE DE EL NIÑO

Este fenómeno climático no es el único que definirá el tiempo durante los próximos meses. La atmósfera es un conjunto de piezas que, encajadas, constituyen las condiciones meteorológicas de todo el mundo. Sin embargo, hay piezas más grandes que otras; en definitiva, variables que determinarán en mayor medida el tiempo para este próximo invierno.

Una de estas piezas clave es el QBO (Oscilación Cuasi Bienal), un fenómeno atmosférico que tiene que ver con la dirección de los vientos que se encuentran en la estratosfera. Estos vientos van alternando su dirección, hacia el este y hacia el oeste, con un ciclo completo que dura entre 22 y 30 meses.

En condiciones normales, los vientos en la estratosfera soplan hacia el oeste en la región ecuatorial debido a la circulación general de la atmósfera. Sin embargo, con el QBO, estos vientos pueden cambiar y soplar hacia el este, para luego volver a cambiar hacia el oeste, y así sucesivamente. Esto también puede provocar una desestabilización del vórtice polar (el área de bajas presiones que acumula una gran masa de aire frío situado en el Polo Norte), que conllevaría una mayor probabilidad de tener una meteorología inestable en Europa y una creciente llegada de olas de frío a latitudes como la nuestra.

En 2010, por ejemplo, con la gran nevada que colapsó la ciudad de Barcelona, tuvimos una situación combinada de QBO negativo, es decir, de este, con un fenómeno de El Niño bastante marcado. Además, se produjo un calentamiento súbito estratosférico hacia la segunda mitad de febrero que desconfiguró el vórtice polar, como si de una peonza en sus últimos giros se tratara: una irrupción gélida equilibrada con una situación favorable de humedad dejó acumulados de más de 20 cm de nieve en la capital catalana.

¿QUÉ NOS ESPERA ESTE INVIERNO EN BARCELONA?

Durante esta temporada de invierno 2023-2024 nos espera una situación atmosférica muy parecida a la del 2010, con un El Niño que se prevé algo más intenso que para entonces y con un QBO que también se daría de este.

Basándonos en análisis de panoramas anteriores muy parecidos, se observan patrones bastante claros de zonas de bajas presiones localizados especialmente en el mediterráneo catalán, mientras que las áreas de altas presiones se mantendrían ubicadas en el Atlántico Norte, Reino Unido y los países escandinavos, lo que haría prever una situación muy favorable de frío y precipitaciones en Barcelona durante los meses de invierno.

Patrón de geopotencial con El Niño y QBO invernales / NOAA/NCAR/PSL

Sin embargo, que se produzca un patrón climático determinado bajo dos variables concretas no quiere decir que siempre deba cumplirse este mismo escenario. Como hemos dicho antes, el tiempo de este invierno vendrá dado a partir de un conjunto de muchas variables, muchas piezas de un mismo puzzle. Una de ellas, por ejemplo, podría ser la gran cantidad de vapor de agua que aún tenemos en las capas altas de la atmósfera debido a la erupción del volcán Hunga Tonga y cuyos efectos en nuestro clima aún desconocemos.