Un Palau Sant Jordi de Barcelona abarrotado. Madonna se ha reafirmado como la reina del pop este miércoles, 1 de noviembre, durante su actuación en la gira mundial "The Celebration Tour", que abarca 78 conciertos en 15 países. La icónica estrella, que inició su espectáculo con una enérgica interpretación de "Everybody", deslumbró al público con un repertorio que abarcó cuatro décadas de su carrera.

CANTA 'BAD GIRL' CON SU HIJA EN EL PIANO

Madonna, ganadora de siete premios Grammy y con más de 330 millones de álbumes vendidos, mostró su versatilidad musical y estilo a lo largo del espectáculo, desde éxitos de los años 80 hasta colaboraciones actuales. Además, su hija Mercy James se unió a ella en el escenario para tocar "Bad girl" en el piano, lo que fue un momento emotivo.

La estrella también destacó su activismo en favor de los derechos LGTBI y la inclusividad, y versionó Survive de Gloria Gaynor. En un punto álgido, llevó la bandera LGTBI mientras cantaba "La isla bonita" y "Argentina", rindiendo homenaje a figuras influyentes de la música.

Imagen de Madonna en uno de sus conciertos Europa Press

REIVINDICA LA INCLUSIVIDAD 

Madonna sorprendió con 17 cambios de vestuario y la aparición de cuatro de sus hijos en el escenario. El concierto duró dos horas y contó con las colaboraciones con la rapera Nicki Minaj --en pantalla-- en canciones como "Give me all your luvin'" y "Bitch I'm Madonna".

La gira, que comenzó en Londres en octubre, ha generado un gran interés, con seis conciertos agotados en la capital británica. Después de recorrer Europa, con actuaciones programadas en ciudades como Lisboa, París, Milán y Berlín, Madonna llevará "The Celebration Tour" a Estados Unidos y Canadá. La extensa producción de la gira incluye más de 200 miembros del equipo itinerante y una impresionante infraestructura técnica y logística.