Los problemas de vivienda son cada vez más acuciantes para los Barceloneses. El precio del metro cuadrado no deja de escalar, y por lo que parece, continuará así durante al menos el próximo año. Por ello, muchos vecinos están pensando en marcharse a vivir a la periferia.

Encontrar una opción más económica que Barcelona es tarea sencilla. Si en la capital catalana el precio medio de compra es de 4.000 euros el metro cuadrado, en los pueblos cercanos la cifra se desploma.

EL MUNICIPIO MÁS BARATO

Este es el caso de Balsareny, un municipio muy próximo a la capital catalana, donde el metro cuadrado ronda los 800 euros, por lo que adquirir una vivienda en propiedad apenas costaría 50.000 euros.

Balsareny se ha convertido en un lugar atractivo para aquellos que quieran comprar una vivienda, ya no solo por su precio, sino por su proximidad con Barcelona y su gran patrimonio histórico. 

Su entorno natural es asombroso. Rodeado de montañas y paisajes pintorescos, es ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza. Cerca se encuentra el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac, un espacio protegido que ofrece vistas panorámicas espectaculares.

OTRAS OPCIONES

El municipio se desmarca de otros del Área Metropolitana de Barcelona, como Sitges o Sant Just Desvern, municipios donde el metro cuadrado también se enfila por encima de la elevada cifra de los 4.000 euros.

Pero Balsareny no es el único municipio de Barcelona que se ha convertido en una jugosa opción de compra. La media de la provincia es de poco más de 2.000 euros, por lo que hay otras opciones que se plantean como una opción plausible.

Algunos de los más económicos son Berga (966 euros), Manlleu (967 euros), Sallent (1.024 euros), Santa Margarida de Montbui (1.029 euros) o Torrelles de Foix (1.089 euros).