A través del arte se expresan ideas, emociones o la visión que tiene el autor sobre el mundo. Una visión que, a menudo, es motivo de crítica. Lo cierto es que la censura ha existido siempre. Igual que el arte. Incluso ambas pueden ir de la mano. Hay una larga lista de creaciones artísticas que han caído en la red de la censura, que puede tomar distintas formas. La censura social, mediante la cual las personas pueden juzgar una obra a través de actos vandálicos, como tirar un pote de pintura. También está la censura política y religiosa, mucho más poderosa, que tiene la capacidad de prohibir una obra en un museo o exposición.

De esta limitación de la libertad de expresión de los artistas se ocupa el Museu de l'Art Prohibit de Barcelona, promovido por Taxto Benet. En el museo, ubicado en pleno centro de la capital catalana (Diputació, 250), se esconden algunas de las obras más criticadas de la historia contemporánea: desde escenas de sexo hasta la ridiculización de líderes mundiales. El conjunto de obras, lejos de acumular los estragos que el abuso de poder produce en el ámbito de la creación artística, invita al espectador a reflexionar sobre cuáles son los límites del arte.

Obra de arte en el Museu de l'Art Prohibit de Barcelona SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

El Museu de l'Art Prohibit reúne más de 200 obras que han sido censuradas por motivos políticos, sociales o religiosos. La colección incluye creaciones de artistas importantes que no quedaron exentos de críticas, como Pablo Picasso con Suite 347 o Francisco de Goya con Los Caprichos, y que él mismo retiró por miedo a la Inquisición.

Para Benet, todo empezó cuando compró la obra Silence rouge et bleu. Dicha obra ocupa una gran parte del museo. Se trata de una habitación cubierta de alfombras de oración islámica sobre las que la artista Zoulikha Bouabdellah colocó zapatos de tacón que constituyen una metáfora sobre la situación de las mujeres árabes. La instalación se mostró poco después de los atentados de Charlie Hebdo en París y la propia artista retiró la exposición por temor a reacciones violentas tras recibir "advertencias" de la comunidad musulmana.  

La obra 'Silence rouge et bleu' en el Museu de l'Art Prohibit de Barcelona SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

A través de un recorrido histórico, el espectador viaja a través de la censura hasta obras actuales, como McJesus, del artista finlandés Jani Leinonen. Esta obra --un payaso de McDonald's caracterizado como Jesucristo crucificado-- pretende ser una crítica al capitalismo y consumismo del siglo XXI. Esta escultura desató la polémica en el Museo de Arte Haifa de Israel, a cuyo edificio trataron de acceder a pedradas cientos de cristianos para destruirla.

La obra McJesus de Jani Leinonen en el Museu de l'Art Prohibit de Barcelona SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

No podían faltar las ridiculizaciones a líderes mundiales, como un Donald Trump desnudo que hace empequeñecer su figura, o una pintura de Andy Warhol de Mao Tse Tung travestido (prohibida en China).

La obra de Andy Warhol sobre Mao Tse Tung en el museo SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Pero también hay figuras que tocan más de cerca, como Always Franco, con la figura del dictador dentro de una nevera de Cocacola y que le costó al autor Eugenio Merino una demanda de la Fundación Francisco Franco por ultraje, o Not dressed for conquering, de la artista Ines Doujak, que representa al rey emérito Juan Carlos I y la activista Domitila Barrios de Chungara practicando sexo con un perro. Esta obra terminó con la dimisión del entonces director del MACBA, Bartomeu Marí, y la cancelación de la exposición.

Franco dentro de una nevera de Cocacola SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Como no podía ser de otra manera, también hay penes, vulvas o masturbaciones. En este rincón queer está la obra X Portfolio de Robert Mapplethorpe, en la que se encuentran fotografías de prácticas sadomasoquistas entre homosexuales.

Fotografías de sadomasoquismo homosexual en el Museu de l'Art Prohibit SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

La exposición termina con una creación artística en la que pueden participar los visitantes. A través de un fotomatón, aquellos que quieran denunciar la censura en el arte pueden fotografiarse con un filtro de plátanos. La imagen se proyecta en un mural junto a otras fotografías de visitantes.

EXPOSICIÓN DIGITAL

En sus 2.000 metros cuadrados se concentra un recorrido que evoca tanto la naturaleza escandalosa de la colección expuesta como su cara irónica, reflexiva, mordaz y crítica. Las herramientas digitales asociadas a la visita amplían la experiencia del visitante. Para poder ahondar en el trasfondo de cada obra, el museo pone a disposición una guía digital que da acceso a más información sobre las creaciones artísticas y su episodio de censura.

PRECIOS

El precio de la entrada general para acceder al Museu de l'Art Prohibit de Barcelona es de 12 euros; para estudiantes y mayores de 65 años es de 9 euros; y para menores de 13 años es gratis. El horario del museo es de lunes a domingo de 10:00 a 20:00 horas.

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