El sendero más bonito de Barcelona, que parece sacado de una película, está a menos de una hora de la ciudad y es un refugio natural perfecto para pasar el día.
El monasterio de Sant Pere de Casserres, ubicado en la comarca de Osona, se presenta como el destino ideal para un fin de semana tranquilo, lejos del ajetreo urbano. Este monasterio, que data del siglo XI, se encuentra enclavado en un entorno natural excepcional. Los visitantes pueden explorar una red de senderos que serpentean a través de bosques frondosos, ofreciendo vistas panorámicas del río Ter y las montañas circundantes.
El entorno natural del monasterio de Sant Pere de Casserres
El paisaje que rodea al monasterio es simplemente impresionante, con bosques verdes salpicados de flores silvestres, antiguos robles que dan sombra y la melodiosa banda sonora de los pájaros que habitan la zona. Los amantes de la fotografía encontrarán innumerables oportunidades para capturar la belleza natural en cada rincón del monasterio.
Vista panorámica del monasterio de Sant Pere de Casserres
El monasterio de Sant Pere de Caserres fue fundado durante el periodo de la repoblación de la Catalunya medieval. Ha sido testigo de siglos de cambios y transformaciones. Su arquitectura románica, con detalles cautivadores, transporta a los visitantes a una época pasada, donde la espiritualidad y la cultura florecían en armonía.
Cómo llegar al monasterio desde Barcelona
Desde Barcelona, los visitantes pueden coger un tren de la R3 de Rodalies desde la estación de Sants hasta la estación de Vic. Una vez en Vic, hay servicios de autobús que conectan con el monasterio.
Para aquellos que prefieren la flexibilidad del transporte privado, la carretera C-17 es la ruta más directa desde Barcelona y te llevará al inicio del sendero en menos de una hora.