La excursión que lleva a un pueblo al borde de un barranco con una espectacular cascada: a una hora de Barcelona

Escapar de la ciudad el fin de semana y explorar la naturaleza es un anhelo de muchos barceloneses. Las tierras catalanas son variadas, y ofrecen multitud de opciones a aquellos que quieran perderse entre valles, montañas y pueblos encantados. Una de las mejores opciones es un pueblo con un monasterio que parece sacado de un cuento.

Se trata del monasterio de Sant Miquel del Fai, situado ente los municipios de Bigues i Riells, Sant Feliu de Codines y Sant Quirce Safaja. La localidad se encuentra al borde de un barranco, rodeado de mucha vegetación y a pocos metros de una cascada, cuyas aguas proceden de los ríos Rossinyol y Tenes, aunque también de las lluvias y el deshielo. También encontraremos espectaculares cuevas con estalactitas y estalagmitas y curiosas formaciones rocosas. 

Historia

El monasterio fue fundado por Gombau de Besora. En 997, Gombau compró las tierras a Ramón Borell. Se desconoce la fecha exacta de la fundación del monasterio pero en 1006 ya estaba instalada una comunidad de frailes, siendo su primer abad Guillemund. Muchos años más tarde, en 2017, la Diputación de Barcelona se hizo con el control de este entorno. Desde entonces, el monasterio se utiliza para bodas y banquetes. 

El monasterio de Sant Miquel del Fai en una imagen de archivo / WIKIMEDIA COMMONS

Entradas y horario

Para visitar el monasterio de Sant Miquel del Fai es obligatorio pagar entrada. Su precio es de 8,00 euros. Está abierto los sábados, domingos y festivos, de 10:00 a 16:30 horas.