Ferran Adrià, el chef de l'Hospitalet de Llobregat que transformó el mundo de la gastronomía, inició con apenas 17 años su travesía en el mundo culinario en el Hotel Playafels de Castelldefels. Aunque su primer empleo no era como cocinero, sino lavando platos, este paso inicial marcó el comienzo de la carrera del genio de la cocina moderna.

Su padre, amigo del jefe de cocina Miquel Moy, consiguió que Ferran lo contrataran para ganar algo de dinero antes de sus vacaciones en Ibiza.

"Experimentos culinarios"

A pesar de afirmar que no le gustaba cocinar, Ferran Adrià aprovechaba las tardes entre fogones para realizar sus "experimentos culinarios". Aunque su trabajo se centraba en limpiar y lavar, su curiosidad lo llevó a explorar nuevos sabores y técnicas.

Su juventud y falta de experiencia no le permitieron cocinar para los clientes, pero sí lo hizo para el equipo del establecimiento, preparando guisos y platos para el personal. El propietario del Hotel Playafels, Santiago Soteras, recuerda cómo Adrià se sumergía entre fogones, mostrando incluso ciertos rasgos innovadores en su cocina.

Ferran Adrià, en el museo El Bulli 1846 EFE

El Bulli

Años después, Adrià se convertiría en un referente mundial de la gastronomía con su revolucionario restaurante El Bulli. Su experiencia en el Playafels, aunque breve, fue un trampolín hacia una carrera culinaria llena de innovación y creatividad.

Soteras, actualmente asociado a Grupo Lancaster, destaca la evolución de Adrià desde sus inicios hasta la cocina tecnoemocional que revolucionó la gastronomía. 

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