El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este martes la licencia de obras para construir la Biblioteca del Estado en Barcelona, una de las más grandes de España e incluso de Europa. Después de décadas de retraso, este equipamiento finalmente se convertirá en realidad, con una inversión estimada de 80 millones de euros, según ha anunciado el consistorio.
18.000 metros cuadrados
La biblioteca, de cerca de 18.000 metros cuadrados, se edificará al lado de la estación de Francia, con capacidad para contener más de 600.000 volúmenes. El proyecto es fruto del trabajo de la Comisión Mixta, integrada por el Ayuntamiento de Barcelona, el Ministerio de Cultura y la Generalitat de Catalunya.
El nuevo centro documental entrará en funcionamiento entre el 2027 y el 2031 y será el mayor del Estado. Cumplirá con todas las funciones propias de una biblioteca pública del Estado, pero también las que establece el Sistema Bibliotecario de Catalunya. La titularidad del equipamiento será estatal, aunque la gestión se transferirá a la Generalitat.
80 millones de euros
Con una inversión de cerca de 80 millones de euros y el diseño de Josep Maria Miró (de Nitidus Arquitectes), el nuevo equipamiento se levantará en terrenos municipales cedidos que forman parte del Plan director de la Ciutadella.
La biblioteca ofrecerá una amplia gama de servicios, que incluyen salas de lectura, áreas de información, zonas infantiles, sala de prensa, salón de actos y áreas multifuncionales. Además, contará con acceso a internet, máquinas de autopréstamo, áreas de descanso, salas de exposiciones, una cafetería-librería, un auditorio y estacionamiento.
Este equipamiento complementará la Red de Bibliotecas de Barcelona y reafirmará la importancia del sector editorial barcelonés, pero también la condición de Ciudad de la Literatura, una declaración que Barcelona obtuvo de la UNESCO en el año 2015.
Décadas de retraso
El proyecto de la Biblioteca del Estado en Barcelona ha experimentado décadas de retrasos y contratiempos. En 1989, el entonces ministro de cultura, Jorge Semprún, expresó por primera vez la voluntad de que Barcelona contara con la Biblioteca Pública del Estado.
Más adelante, en 1997, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona acordaron impulsar su creación, pero al largo de estos años se ha convertido en un proyecto estancado. Treinta años después, la reciente aprobación de la licencia de obras marca un punto de inflexión y al parecer, el proyecto se encarrila de forma definitiva.