El parque de atracciones del Tibidabo cuenta con 123 años de historia. En su inauguración, distaba del concepto temático característico de este tipo de recintos, con el funicular como principal atractivo de un espacio que disponía de poco más que básculas automáticas y máquinas de venta de postales.
Pasados 14 años de su estreno, en 1915, llegó la primera gran atracción del parque: el Ferrocarril Aéreo. Esta propuesta, que permitía experimentar la sensación de vuelo a los visitantes mediante un recorrido en cestas colgadas de un raíl, experimentó diferentes renovaciones y cambios de nombre sin modificar su dinámica. Aeromagic y Almacén de las Brujas y los Hechiceros fueron las denominaciones que adoptó hasta ser bautizado como Embruixabruixes, tal y como se conoce a día de hoy.
Los problemas de impermeabilización que sufre la atracción han llevado al Ayuntamiento a la aprobación de una iniciativa que, sumado a otros trabajos previos, alcanza prácticamente el millón de euros.
Proyecto
El consistorio barcelonés ha dado su beneplácito al proyecto de impermeabilización y reurbanización en el ámbito del Embruixabruixes, que conllevará una inversión de 855.636 euros. Alargar la vida útil de la estructura y aportar soluciones de diseño en la plaza del Tibidabo, son los principales objetos de esta propuesta.
La atracción suma 426 metros de trazado, de los cuales 242 transcurren al aire libre y otros 184 están soterrados. Este último tramo, cuyo túnel queda muy cerca de la superficie, presenta patologías derivadas de la falta de impermeabilización. Estas afectaciones afectan a la via útil de los perfiles metálicos, que sufren la entrada de agua.
Contratos anteriores
Antes de aprobar esta propuesta, el parque formalizó otros dos contratos enfocados a estas obras. El primero fue relativo a la redacción, dirección facultativa y coordinación de seguridad y salud del proyecto de reurbanización e impermeabilización, formalizado en marzo de 2023 por 121.134 euros.
Entre los trabajos realizados, destacaron el estudio de patologías y posibles afectaciones a la atracción, la integración del proyecto con otros futuribles, cálculos estructurales para realizar las actuaciones, y la retirada, eliminación o reaprovechamiento de los residuos generados.
El acuerdo se complementó con un estudio geotécnico por valor de 16.352 euros, encargado en junio del año pasado. La suma de los tres contratos alcanza los 993.122 euros.
Atracción estrella
El contrato para la reforma del Embruixabruixes llega al mismo tiempo que la inauguración de su atracción estrella: Merlí. Como avanzó Metrópoli, esta caída libre que supera los 50 metros de altura cuenta con una capacidad de 24 personas por tanda.
Con giros de 360 grados durante su recorrido para disfrutar de las vistas de la ciudad, la atracción dispone de un sistema de frenado magnético para acentuar la sensación de caída.