Este es el mejor parque para tomar el sol y relajarse en Barcelona: rodeado de edificios históricos
Este recinto contiene una cascada monumental, un lago para pasear en barquitas de remos, paseos y numerosas esculturas
11 junio, 2024 10:31El mejor lugar para tomar el sol y relajarse en Barcelona es el Parc de la Ciutadella. Rodeado de edificios históricos, este recinto construido a finales del siglo XIX fue el primer parque diseñado específicamente como parque público.
Lleno de árboles centenarios, el parque de la Ciutadella contiene una gran diversidad de elementos: la cascada monumental, edificios del siglo XIX hoy convertidos en museos, un lago para pasear en barquitas de remos, paseos y numerosas esculturas.
Obras de artistas
Entre las esculturas más conocidas se encuentran "La dama del paraigua" de Joan Roig Soler, y un mamut de piedra, únicas reproducciones a tamaño natural de animales extinguidos instaladas en 1907 por la Junta de Ciencias Naturales.
La cascada monumental, diseñada por Josep Fontserè e inaugurada en 1881, es otra atracción significativa. Fontserè contó con la colaboración del joven Antoni Gaudí, quien contribuyó con las rocallas y decoraciones. La cascada está adornada con esculturas de finales del siglo XIX.
Edificios históricos
El parque también alberga importantes edificios históricos. De la antigua ciudadela militar de 1715, se conservan la capilla castrense, el palacio del gobernador y el arsenal, sede del Parlamento de Catalunya.
Otras construcciones notables incluyen el Museo Martorell de Geología, el Castillo de los Tres Dragones, que es el Museo de Zoología, el umbráculo diseñado por Josep Fontserè y el invernadero de Josep Amargós i Samaranch, todos del siglo XIX.
Orígenes del parque
El parque está situado en los terrenos donde Felipe V mandó levantar una gran ciudadela militar para controlar la ciudad en 1715, después de que esta se rindiera el 11 de setiembre de 1714. Para construirla, se derribaron las murallas del extremo noreste de la ciudad y 1.262 casas del barrio de la Ribera.
En 1869, el general Prim —cuya estatua ecuestre podemos contemplar dentro del actual espacio verde— entregó la ciudadela a Barcelona para obtener el apoyo de la burguesía industrial barcelonesa. La condición fue que el solar debía dedicarse a parque público. La fortaleza militar fue derribada por brigadas de voluntarios.