Según la publicación británica Monocle, que este mes dedica un monográfico a la capital catalana, Barcelona ha pasado por un intenso proceso de autoanálisis. Después de décadas de proyectos transformadores que definieron la ciudad, ahora se enfoca en el bienestar interno, la reinvención cultural y los avances tecnológicos a una escala más humana.
La revista resalta la innovación en la gestión del turismo en Barcelona, apostando por la segmentación y descentralización como características clave del nuevo modelo impulsado en la capital catalana. Este enfoque, junto con la singularidad urbanística, arquitectónica, gastronómica y cultural, hace que 'Monocle' destaque a Barcelona como un modelo a seguir.
El monográfico subraya los atractivos de los barrios periféricos con planes artísticos, gastronómicos y deportivos, alejándose del centro de la ciudad, y promoviendo el diseño y la innovación como señas de identidad de la ciudad.
Más allá de la Sagrada Família, la guía incluye algunos de los atractivos menos conocidos de la ciudad, como el urbanismo del distrito de Sarrià-Sant Gervasi, con un recorrido por su estilo modernista, racionalista y construido en la década de 1950.
Asimismo, elogia la recuperación de edificios posindustriales en Poblenou y L'Hospitalet, ahora convertidos en galerías y estudios, y menciona los alojamientos ecológicos que han revitalizado las colinas y valles alrededor de Barcelona.
Turismo de calidad en Barcelona
La apuesta por un turismo de calidad y sectorial, centrado en ferias, eventos y cultura, ha llevado a que más del 60% de los visitantes a museos en el último año sean turistas, contribuyendo a mantener la oferta artística y de ocio que posicionan a Barcelona como un referente internacional.
A pesar de los esfuerzos por gestionar el turismo de manera inteligente y cualitativa, Barcelona ha experimentado recientemente protestas contra la masificación turística, similares a las ocurridas en Cádiz, Málaga, Mallorca y Tenerife.
Las instituciones y agentes del sector turístico han condenado los incidentes protagonizados por un pequeño grupo de ciudadanos que increparon a turistas en terrazas y hoteles. De hecho, el teniente de alcalde del Área económica, Jordi Valls, afirmó que estas actitudes "no representan el sentir general de los ciudadanos", ya que el 70% de los habitantes considera el turismo beneficioso, según la última encuesta del Observatorio del Turismo de Barcelona.
Barcelona, la quinta ciudad más visitada de Europa
Barcelona se ha convertido en la quinta ciudad más visitada de Europa, y los debates sobre la masificación turística se han generalizado a nivel mundial. Según la Organización Mundial del Turismo, se necesitan soluciones a largo plazo para abordar esta cuestión, y Barcelona se perfila como un modelo a seguir.
La actividad turística en Barcelona, que representa el 14,5% del PIB y aporta 15.000 millones de euros al año, se ha consolidado como un destino líder que además ha implementado medidas para asegurar el retorno económico del turismo a la ciudad, como el aumento del recargo del impuesto turístico a 4 euros. Este impuesto refuerza la gestión del impacto del turismo mediante la inversión de parte de estos ingresos en proyectos como el Plan Clima Escolar Barcelona, para la climatización de las escuelas públicas este verano.
Supresión de los pisos turísticos
En cuanto a vivienda, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, anunció su intención de eliminar los 10.101 pisos turísticos en las zonas más tensionadas de la ciudad, como el distrito de Ciutat Vella, destinando estos espacios al parque de vivienda residencial. Con esta medida, Barcelona se convierte en la segunda ciudad del mundo, después de Nueva York, en tomar esta decisión.
“El número de pisos turísticos es demasiado alto en un contexto donde la dificultad de acceso a la vivienda y los efectos negativos de la masificación turística son evidentes”, señalaron desde el consistorio.
Otra de las iniciativas en materia de turismo ha sido definir 16 Espacios de Gran Afluencia (EGA) para minimizar las externalidades negativas del turismo y seguir aportando dinamismo a la ciudad. Para ello, se han destinado 44 millones de euros en los próximos cuatro años, con el objetivo de reforzar la vigilancia, la limpieza y atenuar las molestias. Esta medida ha sido bien recibida por asociaciones de vecinos, que ven con buenos ojos la reducción de la saturación en zonas del centro, como la Sagrada Família, Park Güell, la Barceloneta o La Boqueria.
Estas respuestas se enmarcan en el Compromiso Nacional para el Turismo Responsable, promovido a nivel catalán y acordado entre todos los actores para defender un modelo de turismo regenerativo, que apuesta por el bienestar de los ciudadanos. En los últimos años, esto se ha traducido en medidas como fijar límites al número de plazas hoteleras, pisos turísticos y terminales de cruceros.