El polvo en suspensión llega a Barcelona: qué es y cómo afecta a la calidad del aire
Estas partículas agravarán la situación de calor extremo de esta semana en la capital catalana
18 julio, 2024 11:05Hoy, jueves 18 de julio, Barcelona se enfrenta a un fenómeno atmosférico que afectará la calidad del aire de la ciudad: la llegada de polvo en suspensión. Según el Meteocat, este fenómeno se alargará hasta mañana, 19 de julio, y estará acompañado de una ola de calor, tal y como ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
¿Qué es el polvo en suspensión?
El polvo en suspensión, también conocido como partículas en suspensión (PM por sus siglas en inglés), son diminutas partículas sólidas o líquidas que flotan en el aire. Estas partículas pueden tener diversos orígenes, tanto naturales como antropogénicos. Entre los naturales se encuentran el polvo del desierto, las cenizas volcánicas y el polen. Por otro lado, las actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, la construcción y la agricultura también contribuyen a la cantidad de partículas en el aire.
En el caso específico de Barcelona, la llegada del polvo en suspensión proviene, en su mayoría, del Sahara. Este polvo sahariano es arrastrado por los vientos y transportado a grandes distancias, afectando a la península ibérica y otras regiones del sur de Europa. Este fenómeno es conocido como intrusión de polvo sahariano.
Impacto en la calidad del aire
La presencia de polvo en suspensión en el aire tiene un impacto directo en la calidad del aire que respiramos. La concentración de partículas en suspensión se mide en microgramos por metro cúbico (µg/m³) y se clasifica en función de su tamaño. Las partículas PM10 son aquellas con un diámetro aerodinámico menor a 10 micrómetros, mientras que las PM2.5 son aún más pequeñas, con un diámetro inferior a 2.5 micrómetros.
Las partículas PM10 pueden causar problemas respiratorios al ser inhaladas, irritando las vías respiratorias y agravando condiciones preexistentes como el asma o la bronquitis. Las PM2.5, por su tamaño más reducido, pueden penetrar más profundamente en los pulmones e incluso entrar en el torrente sanguíneo, lo que puede provocar enfermedades cardiovasculares y respiratorias más graves.
Efectos combinados de la ola de calor
A la llegada del polvo en suspensión se suma una ola de calor, lo que agrava aún más la situación. Las altas temperaturas pueden incrementar los niveles de ozono troposférico, un contaminante que se forma cuando los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles reaccionan en presencia de la luz solar. Este ozono, junto con el polvo en suspensión, puede deteriorar la calidad del aire, provocando episodios de smog y aumentando el riesgo de problemas de salud.