El pantano de Sau en una imagen de archivo
Estado de la sequía en Catalunya: así está el pantano que abastece Barcelona
Las unidades de Cabecera del Ter, Cabecera del Llobregat y Medio Llobregat, en el norte de la provincia de Barcelona y el noroeste de Girona, han mejorado de fase en el plan de sequía y reducen restricciones, tras unos meses de crecimiento continuado de las reservas de agua que ya se ha estancado. El pantano de Sau, que abastece la capital catalana y su área metropolitana, se encuentra al 31,7% de su capacidad.
La portavoz del Govern en funciones, Patrícia Plaja, lo ha anunciado este martes después de la reunión del Consell Executiu y de la Comisión Interdepartamental de Sequía.
De fase de alerta a prealerta
Esta comisión ha acordado que la Cabecera del Llobregat pasa de fase de alerta a prealerta, y las de Cabecera Ter y Medio Llobregat, de excepcionalidad a alerta.
Con estos cambios, que serán efectivos la próxima semana cuando lo publique el Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC), habrá, por orden de menos a más grave, 13 municipios en situación de normalidad (35.007 habitantes), 75 en prealerta (800.555 habitantes), 327 en alerta (6 millones de habitantes del sistema Ter-Llobregat), 198 en excepcionalidad (398.981 ciudadanos) y aun 17 municipios en emergencia (151.516 habitantes, principalmente en el noreste de Girona).
La iglesia del pantano de Sau ya rodeada de agua muestra la superación de la sequía
Descenso de las reservas este verano
Ha indicado que, tras un crecimiento de las reservas desde principios de marzo gracias a las lluvias, habrá un "descenso generalizado" de las reservas este verano porque es una época de escasez de lluvias y aumenta el consumo de agua.
Desde el pasado 9 de marzo, cuando los embalses de las cuencas internas batieron el récord mínimo histórico del 14,33% de su capacidad, las reservas han ido creciendo hasta llegar al pico el pasado 27 de junio, cuando se alcanzó el 37,1%, y desde entonces han empezado a decaer levemente y hoy en día se sitúan en el 35,19%.
En todo caso, Plaja ha indicado que, si se dieran las peores previsiones y no lloviera nada en otoño, no habría que implementar nuevas restricciones hasta finales del presente año o principios del 2025.
