Este fin de semana se celebran las Fiestas de Gràcia, uno de los eventos más esperados de Barcelona. Conocidas por sus calles decoradas, estas fiestas transforman el barrio en un colorido espectáculo de creatividad. Las calles se llenan de decoraciones temáticas elaboradas por los vecinos, cada una compitiendo por ser la más impresionante. Además, la agenda está repleta de actividades para todas las edades, desde conciertos y espectáculos hasta talleres y actividades para los más pequeños.
Una de ellas es entrar en el campanario de la Torre del Rellotge de Gràcia. Ubicada en la plaza de la Vila de Gràcia, abrió sus puertas el pasado día 14 --con el pistoletazo de salida de las celebraciones-- y se podrá visitar hasta el próximo 21 de agosto, cuando finalizan las fiestas.
Desde el campanario, a 33 metros de altura, se pueden disfrutar de unas espectaculares vistas de Barcelona. Este histórico 'mirador' ofrece una perspectiva única del barrio de Gràcia, con la ciudad extendiéndose en todas direcciones. Es un lugar perfecto para contemplar la ciudad desde una nueva perspectiva.
Horario visitas
Se puede visitar en grupos reducidos de cinco personas y en horarios de mañana y de tarde. Las visitas guiadas se organizan cada 30 minutos, siendo la primera a las 11:00 y la última a las 19:00 horas.
Precios
El precio de la entrada es de cuatro euros por persona. Previamente, es necesario inscribirse en el Taller d’Història de Gràcia de la plaza del Diamant. El horario de mañana es de 11:00 a 12:30 horas y el de la tarde de 17:30 a 19:00 horas.
Sobre la Torre del Rellotge
Este emblemático reloj no solo es un punto de referencia arquitectónico, sino también un símbolo de la identidad de Gràcia. La historia de la Torre del Rellotge se remonta a mediados del siglo XIX, una época de grandes cambios y convulsiones en la región. Su construcción fue parte de un proyecto mayor para dotar a la entonces villa independiente de Gràcia de un Ayuntamiento propio, lo que reflejaba la creciente importancia de la localidad.
Pero la Torre del Rellotge no solo se encargaba de marcar las horas. En sus primeros años, albergó instrumentos para la observación astronómica. Con el tiempo, este edificio ha sido testigo de numerosos eventos históricos. Durante la Guerra Civil Española, la plaza de la Vila de Gràcia fue escenario de enfrentamientos y la torre sufrió algunos daños. Sin embargo, fue restaurada y se ha mantenido hasta ahora como un faro de la identidad local.