La borrasca Boris llega a Barcelona: vuelve el frío y bajan las temperaturas

Barcelona y su área metropolitana se preparan para un cambio de clima drástico esta semana, marcado por el regreso de la lluvia y un notable descenso de las temperaturas con la borrasca Boris. Después de un verano caluroso y seco, caracterizado por olas de calor que mantuvieron las temperaturas alrededor de los 30 grados, las condiciones meteorológicas empiezan a alinearse más con el otoño.

Según los pronósticos del Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat) y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), este martes se esperan precipitaciones intensas, con riesgo de tormentas que podrían descargar hasta 20 mm en solo 30 minutos, lo que podría generar inundaciones en zonas vulnerables. Las lluvias afectarán no solo a Barcelona, sino también a otras áreas de Catalunya, extendiéndose hasta el miércoles​.

Un descenso de temperaturas notable

Además de las lluvias, se prevé un descenso de las temperaturas en toda la región. Después de máximas que rozaban los 35 grados en agosto, se espera que las temperaturas máximas durante los próximos días oscilen entre 26 grados y 28 grados, mientras que las mínimas podrían bajar hasta 19 grados, lo que marcará una diferencia considerable con respecto al calor de semanas anteriores​.

Lluvias torrenciales en Barcelona EUROPA PRESS

Este cambio en las condiciones se debe a la llegada de una borrasca atlántica, que traerá consigo una mayor inestabilidad atmosférica. 

Alerta en el área metropolitana

El área metropolitana de Barcelona no será la única afectada. Ciudades cercanas como L'Hospitalet, Cornellà y Badalona también están en el radio de acción de este fenómeno meteorológico. Se espera que las lluvias más intensas se concentren entre el martes y el miércoles, mientras que el jueves las precipitaciones podrían disminuir​.

Para los próximos días, el Meteocat y la AEMET aconsejan extremar las precauciones, especialmente en áreas con riesgo de inundación. Asimismo, se espera que la sensación térmica sea más fría debido a la alta humedad provocada por las lluvias​.

Este cambio de tiempo pone fin a un periodo prolongado de sequía, y aunque el alivio para los embalses es bienvenido, también trae consigo la necesidad de estar alerta ante posibles tormentas intensas.