Ni coche ni teléfono fijo: estas son las costumbres que más han cambiado en Barcelona

Barcelona es una ciudad en constante cambio, tal y como demuestran los datos que se desprenden de la última Encuesta de Servicios Municipales, presentada por el consistorio el pasado mes de septiembre. Los cambios demográficos en la ciudad se han traducido en la modificación de los hábitos y las costumbres de sus vecinos, cuyas prioridades se encuentran alteradas respecto a años anteriores.

Uno de los aspectos más llamativos que refleja el cuestionario municipal es la reducción del vehículo privado en los hogares de la ciudad. El coche, que en el año 2000 era una posesión para el 70% de los residentes de la capital catalana, lo es ahora para la mitad de los empadronados en la ciudad, y solo un 46% de los hogares disponen de este modo de transporte.

Teléfono e internet

El teléfono fijo ha dejado de ser una prioridad para los barceloneses. El cuestionario municipal destaca que, a día de hoy, cinco de cada diez vecinos no disponen de telefonía tradicional, una tendencia que se acentuó a partir de 2019.

Teléfono fijo EUROPA PRESS

Tan solo entre 2022 y 2023, un 14% de los barceloneses dejaron de comunicarse de esta forma, una tendencia que se ha mantenido. En las últimas dos décadas, el descenso ha alcanzado los 40 puntos porcentuales.

Caso contrario se ha dado con la presencia de internet en las viviendas de la ciudad. En el año 2000, un 23% de los inmuebles de la ciudad contaban con conexión a internet, una cifra que actualmente se ha disparado hasta alcanzar el 92% de los hogares.

Cambio demográfico

El cambio demográfico que vive la ciudad, marcado por el relevo generacional y la llegada de ciudadanos foráneos a la capital catalana, explican estos cambios en los hábtios de los barceloneses.

Tan solo el 36% de los encuestados han vivido siempre en Barcelona, mientras que el 35% llevan más de una década en la ciudad. Los residentes con una antigüedad menor a los cinco años alcanzan el 18%, mientras que otro 10% suman entre un lustro y una década como residentes.