El Pabellón Mies van der Rohe es un símbolo arquitectónico y cultural de gran índole para Barcelona. Todo un icono del modernismo. El arquitecto Mies van der Rohe y Lilly Reich lo diseñaron con una pretensión minimalista: líneas limpias, formas geométricas simples, fachadas de vidrio y mármol travertino, así como estructuras de acero.

Fue concebido en 1929 como pabellón representativo de Alemania para la Exposición Internacional de Barcelona. En ese entonces Alemania estaba sumida en una crisis económica y no podía gastar mucho en su pabellón, así que las autoridades alemanas optaron por encargar el proyecto al mencionado arquitecto y diseñadora. 

Pavelló Mies van der Rohe Anna Mas

El edificio buscaba reflejar la cultura moderna de la República de Weimar y mejorar la imagen de Alemania tras la Primera Guerra Mundial. Pocos meses después de la exposición, el pabellón fue desmontado. Tras varios intentos de reconstrucción, Oriol Bohigas impulsó su reedificación entre 1983 y 1986 con los materiales originales a cargo de los arquitectos Ignasi de Solà-Morales, Cristian Cirici y Fernando Ramos.

"La invasión de la naturaleza"

Actualmente, el pabellón es la sede de la Fundació Mies van der Rohe, creada en 1983 por el Ayuntamiento de Barcelona. La institución promueve el debate, la difusión y la sensibilización sobre temas de arquitectura y urbanismo contemporáneos.

En las instalaciones del pabellón se organizan diferentes actividades como premios, congresos o conferencias. También acoge exposiciones y la más reciente es la de "Suspendre el Cel", una intervención a cargo del artista brasileño Caio Reisewitz, que estará abierta al público hasta el 10 de octubre.

Caio Reisewitz Anna Mas

600 plantas selváticas

Reisewitz, conocido por su enfoque fotográfico, recrea una imagen mediante la instalación de 600 plantas tropicales brasileñas. A través de esta obra, transforma el pabellón en una plataforma de denuncia sobre temas críticos en Brasil, como la destrucción de la Amazonia, la desprotección ambiental y el genocidio de la comunidad indígena.

En el Pavelló Mies van der Rohe, los conceptos de artificial --la acción y destrucción del hombre-- con la edificación, y la naturaleza se pone en juego. En esta exposición, la vegetación y las plantas son las que invaden el entorno arquitectónico "como parásitos", buscando "naturalizar lo artificial", tal como explica el artista a Metrópoli.

Las plantas, seleccionadas por el autor en los Vivers Barri en Gavà, incluyen diferentes tipos de palmeras, strelitzias, alocasias y ficus, kentias, aralias, monsteras, filodendros, helechos, chefleras y otras plantas y arbustos mayoritariamente tropicales, pero también mediterráneos, formando una masa vegetal que puede superar los dos metros de altura.

Caio Reisewitz Anna Mas

Armonía

El concepto de Suspendre el cel nace como inspiración del libro La caída del cielo, escrito por el chamán brasileño David Kopenawa. "En él, Kopenawa describe cómo los seres humanos han explotado tanto la naturaleza que el cielo ha descendido, simbolizando un desequilibrio en el mundo", explica Caio Reisewitz a este medio. 

"Para resolver esta crisis, otro chamán, Ailton Krenak, propone que debemos integrarnos con la naturaleza e intentar suspender el cielo", agrega.

Pabellón Mies van der Rohe Anna Mas

El artista trata de reflejar esta relación con el Pabellón Mies van der Rohe y con el trabajo de Lilli Reich. "Ambos, desde la historia de la arquitectura, también buscaron representar el espacio de una forma innovadora, en la que el interior y el exterior dialogan de manera armoniosa, un poco como lo que necesitamos hacer hoy con la naturaleza", concluye Reisewitz.