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Barcelona amanece un día más con cielos grises, con nubes bajas procedentes de los valleses que se cuelan a través de los ríos Besòs y Llobregat en forma de niebla, y con una calima que nos llega del norte de África y que enturbia, todavía más, el cielo de la ciudad condal.

Descenso de los termómetros

Si bien es cierto que en superficie tan solo notaremos una bajada de las temperaturas de entre cinco y ocho grados, la evolución térmica en altura, a 850 hPa, será de unos 10 grados menos respecto a este lunes, el día más caluroso de la semana.

En contraposición, la jornada más fría será el viernes, con una temperatura máxima que no superará siquiera los 20 grados y unas mínimas que se mantendrán bastante frescas, entre 12 y 14 grados.

Lejos de la ciudad, este cambio brusco del mercurio dejará nevadas de entre 10 y 20 cm en los Pirineos a partir de 2.000 metros, y hasta 30 cm en las cumbres más altas, con un ambiente gélido que podría empezar a dejar máximas de tan solo tres grados.

Precipitaciones

En la capital catalana, las precipitaciones harán acto de presencia desde esta tarde-noche hasta el viernes. Y es que, aunque no serán lluvias ininterrumpidas, los acumulados podrían dar un nuevo respiro a la situación de sequía en la comunidad.

Nieblas de otoño

Las nieblas y nubes bajas seguirán haciendo acto de presencia durante los próximos días. Las imágenes del Tibidabo cubierto por una espesa masa nubosa continuarán siendo recurrentes y el ambiente tapado y húmedo de los últimos días se mantendrá durante unas cuantas jornadas más.

Los restos de un huracán

Toda esta inestabilidad, que empezará a hacer acto de presencia a partir de esta misma tarde, se debe a dos factores principales: los restos del huracán Leslie, ahora ya transformado en una borrasca atlántica, y una profunda vaguada que se descuelga del norte y que será la responsable del enfriamiento térmico de los próximos días.

Además, todo ex huracán y toda borrasca llevan asociado otro factor más: el viento. Y, aunque este gradiente no se hará notar en exceso en Barcelona, con rachas de viento que pueden alcanzar puntualmente los 50 kilómetros por hora, donde más lo notarán será en el pirineo oriental, las Terres de l’Ebre y l’Empordà, con rachas que pueden sobrepasar los 100 kilómetros por hora.

Segunda quincena de octubre

Y, para cuando pase este temporal, ¿qué tiempo se espera? Durante los próximos 15 días se espera que las temperaturas, por lo general, se mantengan en la media, y que las precipitaciones sean normales para la época.

Sin embargo, para la última semana de octubre, los modelos, a día de hoy, vislumbran una bajada importante de los termómetros, que dejarían un ambiente plenamente otoñal, con máximas por debajo de los 18 grados.