La Sagrada Família, la Casa Batlló o el Parc Güell son algunas de las obras más conocidas de Antoni Gaudí. El prestigioso arquitecto se convirtió en un referente del modernismo catalán gracias a sus proyectos revolucionarios durante el siglo XIX y principios del XX.
Ahora bien, hay una joya en el Baix Llobregat que se ha convertido en una de las grandes obras arquitectónicas de Gaudí. Dicha obra del arquitecto se debe a la voluntad de la familia Güell.
En 1890, Eusebi Güell, un empresario textil de finales del siglo XIX y uno de los grandes mecenas del arquitecto catalán, le encargó su construcción para tener una fábrica y una iglesia modernista.
Una ciudad alrededor de la fábrica
Güell se desplazó a las afueras de la ciudad de Barcelona para esquivar los movimientos sindicales que nacieron en la capital catalana y que afectaron a diferentes empresas.
El empresario ideó una ciudad que creciera alrededor de su fábrica, lo que se conoció como la Colonia Güell. El objetivo era que los trabajadores encontraran todos los servicios que necesitaran: tiendas, supermercados, farmacias, escuelas o iglesia.
Ubicada en Santa Coloma de Cervelló, la Colonia Güell se convirtió en un entorno que trasciende la funcionalidad para la que fue ideada, añadiendo detalles ornamentales, formas novedosas y una profunda conexión con la naturaleza.
La joya: la Cripta de la Colonia Güell
Inicialmente, no se planificó construir una iglesia nueva, pero el crecimiento de la población que vivía en la colonia obligó a abandonar la pequeña capilla que se utilizaba y Güell le encargó a Gaudí la construcción de una cripta.
Ahora bien, igual que la Sagrada Família, también se trata de un edificio sin acabar. Lo que finalmente se quedó en una Cripta debía ser una iglesia que nunca se llegó a culminar. De hecho, se considera que Gaudí la utilizó como banco de pruebas para construir más tarde el gran templo religioso de Barcelona.
Considerado el "tesoro mejor guardado" de Gaudí, la Cripta de la Colonia Güell fue declarada Bien de Interés Cultural por la UNESCO el mes de julio del año 2005. En el interior se destacan las columnas inclinadas que recuerdan a los árboles de la naturaleza.
También destacan las grandes vidrieras multicolores que permiten iluminar el interior con la luz solar. Todo ello evoca una extraordinaria conexión de la arquitectura con la naturaleza.
¿Cómo llegar hasta el "tesoro mejor guardado" de Gaudí?
Todo aquel que quiera llegar hasta esta joya del patrimonio de la provincia de Barcelona lo puede hacer con el coche o en transporte público. En caso de hacerlo en vehículo privado, los visitantes pueden llegar a través de la A-2.
Cuando lleguen a Santa Coloma de Cervelló, únicamente hay que seguir los carteles que indican la ubicación de la Cripta.
Ahora bien, si lo que se quiere es llegar en transporte público, el monumento de Gaudí también está bien conectado. De esta forma, en la estación de Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC) de la plaza de Espanya, se puede coger un tren de las líneas S3, S4, S8 o S9 que te deja a las puertas de la Colonia.
Tras una media hora de recorrido, la estación "Colonia Güell" te deja a 10 minutos del recinto.
Precio de las entradas
Para disfrutar de esta joya arquitectónica se deben comprar entradas. Su precio va de los 10 euros para la entrada simple con la audioguía hasta los 15,10 euros para visitar todo el conjunto de la Colonia Güell.
Además, hay una opción de visita guiada a la Cripta y a la Colonia, con una duración de 2 horas, por 13 euros. Los precios se reducen en caso de personas mayores de 65 años, jóvenes y estudiantes.