El otoño más cálido en más de un siglo en Barcelona: el frío se retrasa más que nunca este 2024
La falta de episodios de frío intenso, combinada con la persistente nubosidad, ha contribuido a mantener temperaturas por encima de lo esperado para estas fechas
Este año, el frío parece haberse olvidado de Barcelona. Según los registros del Observatorio Fabra, la primera marca de menos de 10 grados tras el verano nunca había llegado tan tarde en sus 111 años de historia.
A principios de noviembre, las temperaturas mínimas en la ciudad se asemejan más a las de finales de septiembre o principios de octubre que a las habituales en esta época.
Noches poco frías
Aunque ha habido breves irrupciones de aire frío, las noches siguen siendo anormalmente suaves. La falta de episodios de frío intenso, combinada con la persistente nubosidad, ha contribuido a mantener temperaturas nocturnas muy por encima de lo esperado para estas fechas.
A nivel global, la temperatura media de las mínimas en los últimos dos meses apenas se ha desviado 0,4 grados de la media climática. Sin embargo, la frescura típica de septiembre ha sido reemplazada por una suavidad inusual en noviembre. Tan atípica ha sido esta situación que, el pasado 5 de noviembre, Barcelona batió un récord: nunca antes, en 111 años, esa fecha había registrado una mínima tan alta como la de este 2024, según informa betevé.
Marca superada en 2024
No es la primera vez que noviembre empieza sin haber bajado de los 10 grados en el Observatorio Fabra, pero este año es el que más se ha retrasado esa marca. Hasta ahora, los registros más tardíos databan del 6 de noviembre de 1971 y 1994, un récord que este 2024 ya ha superado.
A corto plazo, los mapas meteorológicos no apuntan a la llegada de un frío significativo, aunque insinúan una posible normalización de las temperaturas para la próxima semana, aunque probablemente con cielos nubosos.
Veremos si esta bajada es suficiente para romper la barrera de los 10 grados o si seguiremos sumando días a este otoño excepcionalmente cálido. Lo cierto es que la tendencia parece clara: cada vez el frío llega más tarde.