La infanta Cristina ha vuelto a invertir en Barcelona. La hija de los reyes eméritos, que vivió sus primeros años de matrimonio con Iñaki Urdangarin en la capital catalana, ha comprado un piso en la misma finca donde residieron antes de mudarse al lujoso chalet de Pedralbes que se vieron obligados a vender tras sus problemas judiciales.
Según la revista Lecturas, la operación se cerró en abril, y la vivienda —de unos 305 metros cuadrados— ha costado dos millones de euros, una cifra que Cristina ha financiado mediante una hipoteca a 15 años con Caixabank, entidad en la que trabajó durante años. La infanta terminará de pagarla a sus 75 años.
En Les Corts
La nueva propiedad está situada en el barrio de Les Corts, una de las zonas más exclusivas de Barcelona. Rodeada de avenidas amplias, mansiones y residencias de lujo, la finca se encuentra en un área donde el precio medio del metro cuadrado ronda los 7.000 euros.
Sin embargo, la adquisición no implica que Cristina vaya a instalarse en Barcelona. Desde su entorno han desmentido que la compra signifique un cambio de residencia, asegurando que su vida sigue centrada en Ginebra, donde disfruta de una vida tranquila y alejada del foco mediático.
Un regalo para Pablo Urdangarin
Es posible que el inmueble esté destinado a su hijo Pablo Urdangarin, que lleva dos años viviendo en la ciudad condal, donde desarrolla su carrera en el balonmano. Aunque no hay confirmación oficial, desde Lecturas comentan que “sería un regalo importante para el joven deportista, aunque quizás demasiado grande para él”.
La infanta Cristina sigue manteniendo su residencia principal en Suiza, donde tiene su rutina y privacidad lejos del acoso mediático. Sin embargo, en los últimos meses ha intensificado sus visitas a España, en parte debido al acercamiento progresivo a su familia tras su divorcio de Iñaki Urdangarin, formalizado a finales del año pasado.