La histórica Llibreria Sant Jordi de Barcelona busca compradores de libros tras la muerte de su propietario
La librería, que ha resistido casi 40 años de cambios en Barcelona, sigue siendo un punto de referencia para los amantes del buen libro y la cultura
La emblemática Llibreria Sant Jordi, ubicada en el corazón del barrio Gòtic de Barcelona, ha lanzado una serie de packs de libros tras la muerte de su propietario, Josep Morales, el pasado 12 de diciembre.
Desde su apertura en 1983, la librería se ha mantenido como un refugio cultural único, con una cuidada selección de libros sobre arte, fotografía, diseño, filosofía y arquitectura. Sin embargo, la inesperada muerte de Morales ha dejado un vacío tanto personal como profesional que ha obligado a la familia a tomar medidas para poder dar salida a la gran cantidad de productos que había en el interior del establecimiento.
Packs de libros
A través de los nuevos packs de Navidad, que incluyen colecciones de libros de distintas temáticas, la librería espera captar la atención de sus clientes habituales y de nuevos compradores, con el fin de vender los libros que no se habían liquidado antes de la muerte de su propietario.
El local sigue siendo uno de los pocos comercios tradicionales que resisten en una zona cada vez más dominada por el turismo y las franquicias.
La situación de la librería no es fácil. En los últimos años, el barrio Gòtic ha sido testigo de una profunda transformación. Los precios de los alquileres han subido de forma desorbitada, obligando a muchos comercios tradicionales a cerrar o trasladarse. La Llibreria Sant Jordi estuvo a punto de cerrar en 2019 debido al aumento del alquiler.
Los packs especiales de Navidad de la librería incluyen una selección de libros, con opciones para todos los gustos: desde libros de arte y diseño hasta literatura y filosofía. Estos packs están disponibles en la tienda física, en el número 41 de la calle Ferran.
La librería, que ha resistido casi 40 años de cambios en Barcelona, sigue siendo un punto de referencia para los amantes del buen libro y la cultura. Su histórica decoración, que transporta a otra época, sigue siendo uno de los mayores atractivos para los que se acercan a este rincón único de la ciudad.