¿Por qué es mejor la lactancia materna para los bebés prematuros?

La lactancia materna es el proceso natural por el que la madre alimenta a su hijo recién nacido a través de sus senos, de manera exclusiva hasta los 6 meses y se recomienda hasta los dos años o hasta que la madre y el bebé decidan, conjuntamente con la alimentación complementaria.

La leche materna es esencial para la maduración y desarrollo de los recién nacidos prematuros, les protege de enfermedades intestinales muy graves y de infecciones y mejora la tolerancia a la alimentación. Incluso el calostro, la leche que surge los dos o tres primeros días, proporciona todos los nutrientes y líquidos que el bebé necesita al principio.

Favorece el vínculo entre madre e hijo

Es el alimento que mejor se adapta a las necesidades del recién nacido, sobre todo si es prematuro. Es el más equilibrado y el que permite mejor digestión. Y, por si no fuera suficiente, está siempre disponible, tanto en cantidad como en temperatura.

La lactancia materna, además, ofrece múltiples beneficios tanto para los bebés prematuros y también para sus familias. En especial porque favorece su crecimiento y desarrollo y refuerza su sistema inmunológico. De esta forma, los protege de infecciones graves como la sepsis neonatal.

"Además, fomenta el vínculo afectivo al promover el apego emocional entre madre e hijo, algo fundamental para los bebés prematuros, que requieren un mayor apoyo emocional y físico”, afirma Rosa Collado, enfermera gestora de cuidados del paciente pediátrico del Hospital Universitari General de Catalunya. 

Principales beneficios

Mejora la nutrición: la leche materna proporciona nutrientes esenciales adaptados a la edad gestacional del bebé, lo que favorece su crecimiento, desarrollo y refuerza su sistema inmunológico, protegiéndolo de infecciones graves como la sepsis neonatal.

Fomenta el vínculo afectivo: promueve el apego emocional entre madre e hijo, lo cual es vital para los prematuros, que requieren más apoyo emocional y físico.

'Educar' a los padres

Es importante que los padres sepan cómo establecer y mantener la lactancia, aprendan técnicas para extraer y almacenar la leche materna y otros aspectos clave en el cuidado de un bebé prematuro.

A su vez, deben adquirir mínimos conocimientos “sobre las posiciones y agarre adecuado para amamantar a un bebé prematuro, el uso de pezoneras y extractores de leche, manipulación y conservación de la leche materna y otras técnicas como la alimentación con dedo jeringa o biberón, para que las madres se sientan preparadas y apoyadas en todo momento”, afirma la especialista del HUGC.

Tener claros estos conceptos, ayudará a reducir el estrés y la ansiedad que suele acompañar a la situación de tener un bebé prematuro.

“La lactancia materna también promueve la salud a largo plazo, ya que está asociada a una reducción del riesgo de enfermedades crónicas y a una mejora del desarrollo cognitivo, digestivo y visual, además de favorecer la madurez del tracto digestivo y la retina”, concluye Rosa Collado.