El restaurante Molino de Pez hace una apuesta única en Barcelona. Cada jueves, el local del Eixample ofrece a sus comensales cocido madrileño, y lo hace como marca la tradición: con tres vuelcos.
El primer “vuelco” es una sopa de picadillo en olla de barro con jamón ibérico, huevo cocido y un toque fino de manzanilla de Sanlúcar, mientras que el segundo incluye los garbanzos pedrosillanos cocidos con repollo salteado en salsa de tomate, tuétano, patata, zanahoria, morcilla y chorizo.
El tercer vuelco se destina a las viandas: morcillo de ternera, pollo, gallina, panceta, tocino, pilota y butifarra blanca. El cocido se acompaña de cebolleta tierna, hierbabuena, piparras encurtidas y vinagre de Jerez. Una experiencia cuyo precio es de 39 euros por persona.
Combinación catalano-madrileña
Molino de Pez (calle Còrsega, 346) inició su andadura en 2022. El objetivo de Nino Redruello, al frente de la cocina, es claro: ofrecer gastronomía sabrosa en la que la tradición y el producto sean los protagonistas.
El restaurante tiene una esencia muy catalana, siendo a su vez muy madrileña. La carta se inspira en la casa de comidas de la madre de los Redruello en Madrid, La Ancha, pero a su vez, recoge la esencia de los locales barceloneses.
Recetas de siempre
Molino de Pez se mantiene fiel a la costumbre de los platos de cuchara, los guisos lentos, las raciones generosas y las recetas de siempre.
Al cocido madrileño le acompañan más opciones sabrosas para descubrir: unas lentejas estofadas con codillo ibérico, unas albóndigas, unos callos a la madrileña o la tortilla trufada. La oferta se completa con una amplia selección de pescados y carnes a la brasa.
La extensa bodega, la coctelería clásica y la música en directo por las noches redondean una experiencia donde, como ya es marca de la casa, el “anfitrionaje”, hacer sentir como en casa, es tan importante como la cocina.