Quienes utilizamos el metro de Barcelona de forma habitual, alguna vez nos hemos podido preguntar a qué se deben esas intensas corrientes de aire que se dan en las entradas y salidas del suburbano.
Pues bien, la respuesta no es del todo sencilla ni este efecto se debe a un único origen. La mecánica de fluidos, la meteorología y el sistema de ventilación del propio metro son algunas de sus causas.
Efecto Venturi
Uno de los factores que contribuyen a estas corrientes de aire es el efecto Venturi, un fenómeno físico que ocurre cuando un fluido, en este caso el aire, acelera su velocidad al pasar por un espacio más estrecho. Este efecto es el mismo que sucede en el Estrecho de Gibraltar, donde las corrientes de aire se intensifican debido a la reducción del espacio libre entre los dos continentes.
En el metro de Barcelona, las estaciones subterráneas actúan como estos conductos estrechos que canalizan el flujo de aire, aumentando su velocidad y generando rachas de viento que pueden llegar a ser, en algunos casos, intensas y molestas.
Contrastes
Otro factor clave tiene que ver con las diferencias de temperatura, humedad y presión entre el interior y el exterior del metro. Durante los meses cálidos, el aire caliente del exterior tiende a entrar en el sistema subterráneo, desplazando el aire más fresco que se encuentra dentro.
Por el contrario, en invierno, las corrientes se intensifican. El aire más frío del exterior es succionado hacia el interior debido a las diferencias de densidad y presión; este aire frío, al ser más denso y pesar más, tiende a descender por las escaleras de la boca del metro con mayor velocidad.
Dicha masa de aire más fría pasa a ocupar el espacio del aire caliente almacenado en la estación, expulsándolo a través de los mismos puntos de entrada. Es aquí donde se encuentran dos corrientes de densidades, temperaturas y velocidades contrarias.
Sistema de ventilación del metro
El sistema de ventilación del metro de Barcelona está diseñado para gestionar el calor generado por trenes, dispositivos (pantallas, máquinas de validación y venta, aires acondicionados…) y usuarios, renovando constantemente el aire mediante potentes ventiladores ubicados en los pozos de ventilación.
Estos dispositivos extraen el aire caliente del túnel y facilitan la entrada de aire fresco desde el exterior, mejorando las condiciones en andenes y estaciones.
De esta forma, se genera una circulación y flujo del aire constantes a través de la captación natural, y extracción y ventilación forzadas. Este sistema también implica un aumento de las corrientes de aire en las entradas de la calle al metro y los andenes de las estaciones.
El movimiento de trenes
Por último, el movimiento de los trenes a través de los túneles genera un flujo de aire forzado, conocido como "efecto pistón". Cuando un tren se aproxima, empuja el aire que tiene delante hacia las estaciones o salidas del túnel, lo que genera ráfagas de viento. Al mismo tiempo, al abandonar una estación, el tren crea un vacío parcial que succiona el aire de las áreas cercanas, contribuyendo a las corrientes de entrada.