
Vistas del Tibidabo con nieve en una imagen de archivo
Estos son los barrios más fríos de Barcelona: hasta 10 grados menos
La diferencia térmica entre distritos se evidencia durante los meses de invierno y la influencia del mar es crucial para entender la termorregulación
Barcelona, conocida por su clima mediterráneo templado, experimenta variaciones significativas en temperatura entre sus diferentes barrios.
Esto sucede, especialmente, durante los meses de invierno, cuando, al paso de un frente frío, las altas presiones actúan y generan microclimas helados en puntos concretos de la metrópoli.
Aunque la ciudad no se caracteriza por sus inviernos extremos, ciertas áreas y barrios presentan temperaturas significativamente más bajas que otras, influenciadas por factores propios de la capital.

Previsión de la temperatura en una noche de inversión térmica
¿Qué genera esta variación?
La orografía barcelonesa juega un papel crucial en la distribución desigual de las temperaturas. Los barrios situados en zonas más elevadas o alejados del influjo moderador del Mediterráneo tienden a ser más fríos.
La influencia del mar es crucial a la hora de entender la termorregulación en la ciudad; las áreas costeras suelen disfrutar de temperaturas más suaves debido a la masa de agua que actúa como regulador, ya que se encuentra a una temperatura superior que la masa de aire.
Los distritos y barrios más fríos de Barcelona
Vallvidrera-Tibidabo i les Planes
Situado en la parte más alta de la ciudad, este barrio alcanza una altitud máxima de hasta 512 metros sobre el nivel del mar en su cima, el Tibidabo. Durante los meses de invierno, no es raro que las temperaturas aquí desciendan varios grados bajo cero.
Sin embargo, no siempre el punto más alto es el más frío, especialmente en las noches claras, cuando la inversión térmica es más pronunciada y se generan muchas piscinas de aire frío repartidas, especialmente, por la Sierra de Collserola.

Vistas desde el Parque de Collserola
Horta-Guinardó
No tan elevado como el anterior distrito, pero en él se incluyen zonas como el Turó de la Rovira, que a 262 metros de altitud, registra temperaturas sensiblemente más bajas que el resto de la ciudad.
Durante el invierno, las temperaturas mínimas medias pueden situarse en torno a los 3-4 °C, con madrugadas en las que se puede descender por debajo de los 0 °C, habiendo incluso heladas a primeras horas de la mañana.

LST en forma de termografía de la ciudad de Barcelona en una mañana de invierno con cielos despejados
Nou Barris
Con partes de su territorio en altitudes considerables, especialmente hacia el norte, Nou Barris también experimenta un clima más frío que la media de la ciudad.
Barrios como Canyelles o Ciutat Meridiana, situados en las laderas de la sierra de Collserola, pueden ver sus termómetros descender bajo cero en los días más fríos del año.
Sarrià-Sant Gervasi
Este distrito, aunque en gran parte residencial y con áreas de lujo, tiene zonas elevadas que conocen bien el frío. La parte alta de Sant Gervasi, por ejemplo, ve temperaturas que pueden ser 2 a 3 grados más bajas que en el centro de la ciudad, con mínimas que rondan los 4-5 °C en invierno.
Sant Andreu
Este distrito también experimenta inviernos fríos, particularmente en sus barrios situados al norte de la ciudad. La proximidad al río Besòs juega un papel crucial debido al fenómeno conocido como efecto tobogán.
Este efecto se produce cuando el aire frío del Vallès desciende por el río, llevando consigo temperaturas más bajas a los barrios cercanos.