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No es más que otro edificio del Raval, un inmueble de arquitectura sencilla y sin grandes pretensiones ubicado en el número 16 de la calle dels Àngels. Nadie diría que entre las paredes de su planta baja, hoy transformada en locales, el empresario Isaac Carasso inició una auténtica revolución alimentaria. Bienvenidos a la cuna del primer Danone.

Carasso, nacido en 1874 en la cosmopolita ciudad de Salónica, provenía de una familia sefardí dedicada al comercio. La inestabilidad política de la región, marcada por las Guerras Balcánicas y la Primera Guerra Mundial, lo obligó a buscar refugio en Barcelona junto a su familia en 1916.

Tres años después, se instaló en un pequeño laboratorio en los bajos de este edificio del Raval, donde se dedicó a experimentar con la elaboración de un producto lácteo fermentado, prácticamente desconocido en la Europa occidental. Era una bebida elaborada artesanalmente que había descubierto años atrás durante uno de sus viajes de negocios en Hungría y que le impresionó por sus propiedades y su sabor.

En su laboratorio, la leche fresca, obtenida de proveedores locales, era cuidadosamente fermentada utilizando cultivos iniciadores seleccionados por el propio Carasso y siguiendo un proceso artesanal con un meticuloso control de la temperatura y la higiene para garantizar la calidad del producto. Una vez fermentado, el yogur se envasaba en pequeños recipientes de cristal, sellados y listos para su distribución.

El origen de Danone

Carasso, influenciado por los estudios de Élie Metchnikoff, premio Nobel por sus investigaciones sobre los beneficios de las bacterias lácticas, buscó la colaboración del médico y bacteriólogo barcelonés Jaume Ferran i Clua para perfeccionar su producto.

Oficinas de Danone en Barcelona / GOOGLE MAPS

El resultado fue el primer Danone, bautizado así en honor a su hijo Daniel, a quien todos conocían por su diminutivo, Danón. El objetivo era ofrecer una solución a los problemas intestinales que afectaban a muchos niños en la Barcelona de la época y se vendía en farmacias, recomendado por médicos.

Acuerdo con el tranvía

Para su distribución, Carasso llegó a un acuerdo con los conductores de los tranvías de Barcelona, que durante sus rutas matutinas entregaban los yogures frescos en las farmacias.

Más de un siglo después, Danone sigue muy presente, aunque en la sección de refrigerados de los supermercados. De sus orígenes en el Raval ya solo queda el recuerdo y una placa conmemorativa colocada en abril de 1994, durante una visita de Daniel Carasso a Barcelona. Eso sí, para leerla, hay que conseguir acceder a la portería.