El día que Robbie Williams se enamoró de Barcelona: "Le dije a mi esposa que deberíamos mudarnos aquí"

Robbie Williams ha vuelto a Barcelona por todo lo alto y no ha podido evitar enamorarse (otra vez) de la ciudad. El artista es todo un icono musical y su público no le defraudó. 

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“La última vez que vine, le dije a mi esposa que deberíamos mudarnos aquí. Tendré que convencerla, porque es un gran paso, pero honestamente, podría verme viviendo en Barcelona”, confesó el artista británico durante la inauguración de su primera exposición en España, Confessions Of A Crowded Mind, en el Moco Museum.

Robbie Williams en su concierto en Cornellà ACN

La visita a la capital catalana ha tenido un significado especial para el exlíder de Take That. No solo ha presentado su faceta como pintor, centrada en la salud mental y la autoaceptación, sino que ha ofrecido un único concierto en España ante 32.000 personas en el RCDE Stadium de Cornellà, el pasado sábado 5 de julio, dentro de su gira Britpop Tour 2025.

Barcelona, la ciudad que lo conquista

Williams no escatimó elogios hacia la ciudad. “Es cálida, acogedora y muy especial. En Europa todos nos odiamos un poco, pero todos amamos España”, dijo con su habitual sentido del humor.

En su última visita, el pasado enero, ya sintió el flechazo con Barcelona, tanto que no dudó en plantearse un cambio de residencia.

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Aunque reside en Los Ángeles, la conexión con la ciudad catalana va más allá del turismo: “Me siento bien aquí”, afirmó.

De los escenarios a las galerías

Más allá del show, Williams ha dejado claro que su creatividad ya no se limita a la música. Su exposición, compuesta por 17 obras, refleja su mundo interior: una mente "abarrotada", según él mismo, que encuentra paz en el arte. “Pintar me da más tranquilidad de la que jamás he encontrado”, explicó.

Inspirado por artistas como David Shrigley, Banksy o Damien Hirst, el cantante ha trasladado a la pintura su lucha con la salud mental, un tema que ha marcado tanto su carrera musical como su desarrollo personal.

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“¿Quién sería yo sin esta crisis existencial constante?”, se pregunta con ironía. Sus cuadros —algunos realizados desde el iPad— invitan al espectador a aceptar todas sus partes, incluso las más oscuras.

Cornellà vibra con Robbie

En el concierto del sábado en Cornellà, Robbie Williams desplegó todo su carisma ante un estadio lleno.

Arrancó con Rocket, de su nuevo disco, pero los momentos más vibrantes llegaron con clásicos como Let Me Entertain You, Rock DJ, Millennium o Angels, que cerró la noche entre luces de móviles y un público en comunión.

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Hubo espacio para la nostalgia, el humor ácido y también para la vulnerabilidad. “Sin vosotros estaría solo, dando brincos con mis problemas”, dijo desde el escenario, provocando una ovación.

Durante el show, combinó pantallas gigantes, frases motivacionales, proyecciones con inteligencia artificial de iconos como Elvis o Lennon, y una energía escénica que recuerda por qué sigue siendo, a sus 51 años, uno de los grandes del pop europeo.

Una disculpa pendiente

Durante su estancia en Barcelona, Williams también tuvo un gesto inesperado hacia sus fans españoles.

Casi tres décadas después de una polémica despedida de Take That en España —cuando un grupo de seguidoras esperó en vano verlos salir del aeropuerto—, el cantante se enteró por primera vez del incidente… y pidió disculpas.

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“Lo siento en mi nombre y en el de la banda. También a sus madres”, dijo con tono desenfadado, pero sincero.

Entre el arte, la música y la introspección

Robbie Williams vive un momento de transformación. Alejado de las autodestructivas etapas del pasado, hoy se muestra más sereno, aunque sin perder su esencia provocadora.

“No creo que uno se cure del todo. Solo duele menos, hay más aceptación, más zen. Y yo, ahora, soy feliz”, aseguró.

Barcelona, con su mezcla de belleza, arte y calidez humana, parece haberle ofrecido justo ese equilibrio. ¿Será solo un amor de verano o un nuevo capítulo en su vida? El tiempo (y su esposa) lo dirán.